17/9/15

Cipriano Martos Jiménez, asesinado.

Nació en Loja (Granada) en 1942 en una familia de jornaleros, la miseria lo empujó por toda España, Sevilla, Teruel, Barcelona y finalmente Tarragona, donde en Reus trabajó como encofrador.

Esa misma miseria sufrida lo convirtió en militante del PCE (M-L) y del FRAP, afiliarse a CCOO y al OSO

En 1973 para el FRAP hace unas pintadas contra el sistema
 y en agosto es detenido por los civiles por el horrible crimen de repartir octavillas. Será llevado al cuartel, interrogado y torturado. Durante la tortura es obligado a beber gasolina y salfuman, tras lo que debe ser ingresado en el hospital en estado muy grave. Aun así, es llevado a declarar ante el juez, a pesar de ser incapaz de responder por su estado. A sus familiares se les impide que puedan visitarlo en el hospital a pesar de que su estado es crítico y finalmente el 17 de septiembre muere, siendo enterrado en una fosa común; Ya no les hacen falta las cunetas, todo a sido legal y los ASESINOS duermen tranquilamente pues se creen a salvo. Ni olvido, ni perdón.
 

3 comentarios:

  1. Que no descanse en paz el compañero hasta que se haya hecho justicia. Todo lo que sufrió alguien se lo hizo, no son sicarios anónimos, hay responsables: hay de un par a una docenas de guardias, un comisario jefe, un director de la policía y un ministro de interior. Así se gestó su martirio.
    España está llena de fantasmas. Ni si quiera hoy en día hay justicia, tampoco tiene pinta de que la vaya a haber. España sigue siendo un reino de taifas.
    Salud!

    ResponderEliminar
  2. Franco lo dejó todo atado y bien atado y así estamos viviendo en un Estado fascista donde los criminales siguen saqueando el país impunemente. Y Cipriano otra víctima más del terrorismo de estado que el silencio ensordecedor de esta España borbónica quiere enterrar en el olvido.
    Salud!

    ResponderEliminar