La Frecuencia ideal

Nuestro organismo al igual que nuestro cerebro funciona a diferentes frecuencias dependiendo de su estado, si estamos despiertos trabajamos entre 13,5 y mas de 20 Hz, si estamos concentrados o empezando a dormir o recién despiertos estaremos entre 13,5 y 7,5 Hz en sueño ligero baja un poco mas y en sueño mas profundo y rem, mas aun.

El estado óptimo de funcionamiento de nuestro cerebro esta aproximadamente en los 10 Hz, que se dan en meditación profunda, gran concentración y entrada y salida del sueño, (entre otros). Es también la frecuencia a la que mejor pueden actuar nuestras células o cada uno de nuestros órganos y sistemas, puesto que al fin y al cabo están formados por células.

Algo muy corriente en los rituales mágicos y curativos es el uso de música, generalmente percusión o cánticos que buscan generar una frecuencia determinada o un estado alterado de conciencia, que nuestro organismo predispuesto a ser curado copia por empatía y refuerza aun mas las posibilidades de activar el sistema inmune así como lo coloca en su mejor estado de actividad o efectividad. Otro ejemplo lo podemos encontrar en los rituales de oración, observando como se enseña a entrelazar los dedos, cerrar los ojos, o incluso arrodillarse, ya que todo esto relaja el sistema nervioso y predispone nuestro organismo hacía un estado determinado de conciencia.
La relajación profunda y la meditación contribuyen a reducir el exceso de estres y favorecen la salud y la calidad de vida.

La medicina mas potente que conocemos es nuestro propio sistema inmunológico, aunque a veces no somos capaces de activarlo. (las medicinas lo refuerzan o lo arman contra la enfermedad, no es que haya que prescindir de ellas, pero en ausencia de él, como con el SIDA, las cosas se complican bastante).
Los chamanes, curanderos, brujos, etc., recurren generalmente a una serie de ritos y practicas mágicas que por si solas son suficientes es ocasiones para generar la respuesta positiva en el enfermo, puesto que activan de algún modo el sistema inmunológico o nos hacen que de modo inconsciente ordenemos a nuestras células defenderse de un daño concreto. Quizás solo se trate de poner en aviso al propio sistema inmunológico del cuerpo, decirle que reaccione o como debe hacerlo.
Lo cierto es que a veces la simple intención de curar, manifestada mediante un ritual determinado por el tipo de práctica empleada es suficiente para conferir a el curandero o a la sustancia que administra, las cualidades necesarias para actuar sobre el mal a que esta destinada. es decir, físicamente, analizando, si se tratase de un producto, no podríamos hallar ninguna diferencia entre este producto y otro o no hallaríamos tampoco un principio activo que justificase una mejoría en el enfermo, pero la experiencia demuestra que es efectivo y aun los mas reacios se ven obligados a aceptar los resultados, puesto que están ahí. No teniendo otra explicación por el momento para justificar las mejorías producidas por un producto inocuo se ven obligados a recurrir al efecto placebo, que nos dice que un enfermo podrá en ocasiones ser curado por el simple hecho de pensar que lo esta siendo. ¿y no es esto ya suficientemente sorprendente? De cualquier modo la cosa va mas allá y vemos que el supuesto placebo funciona en bebes e incluso animales, difícilmente podremos entonces aplicar la sugestión como única explicación del proceso.


Los milagros del placebo:

Las llamadas medicinas alternativas son sistemáticamente ridiculizadas aun cuando sus usuarios las defienden con sus testimonios y sus mejorías, que son despreciadas y tenidas por disparates de crédulos analfabetos o en el mejor de los casos achacadas a el efecto placebo, esto es, que curan por que el enfermo esta convencido de que lo hará.
Pero, si el efecto placebo cura, ¿porque no usarlo? No admito que en todos los casos sea esa la explicación, pero aun siendo así, si los datos estadísticos demuestran la efectividad de un método, es estúpido no utilizarlo.

Para eliminar verrugas, cualquier medicamento que nos venda la farmacia es un placebo que busca activar nuestro sistema inmunológico para que ataque al virus que produce esa verruga. si eso no funciona se elimina quemándola con láser o mediante congelación, pero suele funcionar.
De igual modo, un ritual o un curandero que nos convenza de que nos la curará, puede activar ese mecanismo interior que despierte a nuestras defensas o quizás sea una comunicación creada con nuestro sistema defensivo a nivel inconsciente a través de los rituales efectuados.

Al estar las medicinas alternativas al margen de la ciencia oficial por reconocer en algunos casos principios considerados mágicos o no demostrables, están sujetas también a un alto grado de manipulación y uso fraudulento. Esto no quiere decir que todas ellas sean fraudes ni que todos sus practicantes busquen solo el lucro con su practica. Pero ciertamente es refugio para un sin fin de charlatanes y desaprensivos que no dudan en jugar con la fe y la desesperación de personas desauciadas por enfermedades incurables o sin posibilidad de acudir a una medicina legal.
Tendremos que usar mucho mas nuestro sentido común a la hora de escoger este tipo de prácticas y huir de cualquiera que intuyamos persigue sobre todo un beneficio económico o incluso un reconocimiento desmedido por la practica de sus artes.