23/7/11

Implantes cerebrales, I

En multitud de relatos y leyendas antiguas, podemos encontrar historias de íncubos, súcubos, raptos de duendes o demonios que realizan extraños ritos o torturas, etc...
En época
s más recientes estos casos son provocados por seres identificados como extraterrestres y "visitantes de dormitorio" que llevan a la víctima a extrañas naves.
Durante estas experiencias generalmente traumáticas son examinados o incluso usados como cobayas en experimentos extraños e incomprensibles para ellos.

Por supuesto, unas declaraciones son más creíbles que otras, pero las hay con un lujo de detalle y son contadas con un realismo que difícilmente podremos dudar de que la víctima, cree en lo que cuenta. Hay casos en los que tras ser sometidos a hipnosis o severos interrogatorios, no es posible encontrar incoherencias o errores en las declaraciones; El sujeto, cree en lo que cuenta, está seguro de haberlo vivido y sufre un severo trauma que a veces se manifiesta muchos años después de la experiencia y puede ser el que desencadene el descubrimiento de este episodio ocurrido tiempo atrás.

Pero llegando más lejos aun, hay casos en los que las víctimas dicen haber sido implantadas con algo que, o los monitorea o los controla de algún modo. Se ha podido, mediante radiografías comprobar que ese implante existe, que es físicamente real.
Un cuerpo extraño implantado quirúrgicamente en el organismo de un ser vivo, sin una aparente explicación racional, que echa por tierra la posibilidad de que sea una simple invención o fruto de una enfermedad mental.

Algunos de estos implantes, han llegado incluso a ser recuperados operando al sujeto una vez verificada su existencia y en otras incluso el propio sujeto, se ha arrancado el implante por sus propios medios impulsado por la angustia y la desesperación que este le producía.

¿Ante que nos encontramos? -Tenemos ante todo, la seguridad de no estar tratando solo con casos de psicóticos o cualquier otra patología que pudiera crear estas fantasías. Tenemos también la certeza de no estar solo ante engaños mejor o peor elaborados, ya que el nivel tecnológico necesario para algunos de estos implantes desde su colocación a veces en zonas muy críticas del organismo como el cerebro, hasta la propia naturaleza del objeto en si, de una tecnología desconocida en el ámbito civil habitual y fuera, por supuesto, del alcance de el ciudadano medio.

¿Pero, estamos entonces ante la evidencia de tecnología extraterrestre o no humana? -Seguramente, nada más lejos de la realidad. Aunque apoyados en un mito o en una realidad histórica diferente a la que pertenece realmente este fenómeno, puede que nos encontremos ante una de las mayores tramas de experimentación humana de la que somos víctimas. Los implantes cerebrales son una realidad, al igual que la nanotecnología, aunque en ningún caso sean campos muy popularizados.
La experimentación humana también por desgracia suele ser muy habitual para determinados intereses que ansían a toda costa mantener un estatus personal, basado en la sumisión casi irracional de la mayor cantidad posible de personas, siendo el ideal la sumisión de todo el planeta.
Hablamos pues de una conspiración mundial para someter a la población humana a cualquier precio y por cualquier medio, y ninguno más efectivo que el terror.

Existen asociaciones de "abducidos" y de "implantados". Personas que denuncian haber sido víctimas de experimentos en los que se les han colocado "algo" en su organismo sin su consentimiento, lo peor es que no todos son enfermos mentales, ni todos lo achacan a "marcianos".




Desde mediados del siglo XX se viene experimentando con los implantes cerebrales y en como usar
los para alterar la voluntad del receptor. Se llevaron a cabo experimentos en los que mediante descargas eléctricas se obligaba a ejecutar determinados movimientos. Se experimentó igualmente en como llegar a estos resultados mediante drogas o el uso de determinadas frecuencias inducidas en el cerebro.

...Ahora, busque cicatrices que no recuerde en su cuerpo, corra a por su gorro de papel de aluminio y espere la segunda parte.


3 comentarios:

  1. Todas estas técnicas deberían ser como una planta a la que hay que cuidar con esmero para que no dé sus frutos.

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  2. Ya solo nos falta que nos coloquen un interruptor para apagarnos cuando seamos demasiado molesto.

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  3. Pitt Tristan: Pues al contrario, la riegan y a diario para exprimirla al máximo.

    Pepe Cahiers: No des ideas. :S

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