Morir pero gordo.

Aunque el largometraje trata de los alimentos en EEUU, podemos hacerlo extensivo al resto del mundo, donde unas pocas corporaciones se han adueñado del mercado alimentario e imponen sus intereses a productores, criadores, ganaderos e incluso influyen en el medio ambiente y la legislación.
La mayoría de alimentos procesados ocultan su procedencia o determinados componentes de dudosa justificación o directamente perjudiciales.
La comida basura resulta finalmente más barata que la comida sana y termina siendo la única asequible a cada vez mayor numero de personas.