Para que una planta de fruto, debe ser polinizada y uno de los métodos más eficaces y difundidos entre el reino vegetal, es la polinización por insectos (Zoófila). De entre ellos, actualmente, los más importantes para la agricultura, son las abejas melíferas. Puede que más del 90% de los insectos polinizadores de nuestras cosechas sean abejas.
Una colonia media se compone de unos 60.000 individuos, capaces de polinizar una extensión de hasta 700 hectáreas y resultan imprescindibles para la mayoría de cereales y casi todos los frutales.
Vemos pues que la importancia de las abejas en nuestra agricultura y por extensión en nuestra economía es vital.
El problema es que desde hace poco, la población de abejas está cayendo drásticamente llegando a desaparecer de algunas zonas en donde tienen que importar abejas para mantener la producción de las cosechas.
No se trata de que las colmenas dejen de producir larvas, los insectos desaparecen. No solo se supone que mueren sino, y aquí el misterio, que ni siquiera se encuentras los cuerpos muertos, no se sabe que pasa con ellas y claro esto da pie a multitud de especulaciones, desde pesticidas, abonos y demás químicos usados en la actual agricultura, hasta la posibilidad que el aumento de contaminación electromagnética sea la causante de la desorientación y extravío de los insectos.
Pero estas causas no terminan de explicar tampoco la desaparición de los cadáveres.
También se ha hablado de una epidemia de NOSEMA un parásito que produce una enfermedad muy contagiosa y virulenta en las colmenas.
Como no, también podemos sospechar de las manipulaciones genéticas de las plantas, cada vez mayor, al igual que la sospechosa proliferación de especies autógamas, es decir, que se autofecundan sin necesidad de un agente exterior, aunque en este caso, como con los animales, la endogamia da lugar a individuos más débiles y con mayores problemas.
Como curiosidad, la miel además de ser el edulcorante más natural y beneficioso que se conoce, es un alimento imperecedero.
Es algo que trae cola desde hace tiempo. Se han hecho un par de documentales sobre el tema en EE.UU. Uno bastante chulo. Te dejo el enlace de la página suya. Hay otro de National Geographic.
ResponderEliminarDe todas maneras parece ser que cuando una abeja enferma, se aleja de la colmena para no contagiar a las demás. Muere lejos y su cadáver es comido por otros animales.
Yo, personalemnte, opino que se debe a un cúmulo d efactores. El principal sería el hongo Nosema apis, pero también es importante la proliferación de fitosanitarios de una forma cada vez más indiscriminada. Los productos químicos agrícolas que se usan se usan mal casi siempre (otra de las razones para limitar su uso, pues), de tal manera que casi siempre son arrastrados por vientos y lluvia a zonas donde no deberían estar.
Sobre la proliferación de especies autógamas no estoy de acuerdo que sea causa importante. Después de todo, las abejas extraen néctar de multitud de especies vegetales.
Yo tampoco soy capaz de imaginar una explicación a la desaparición de los cadáveres de las abejas.
ResponderEliminarSin embargo, me niego a creer que las muertes se deban a un agente natural. No me lo trago.
Esta es una de las pocas veces, sino la única, que tenemos constancia de un tan enigmático. Y, curiosamente,m el suceso se produce en una época donde los productos químicos se utilizan con tanta asuduidad que ya no nos soprende la muerte de un ser humano por tal causa.
Eso por no hablar de lo nocivas que resultan las antenas de telefonía móvil, sobre todo para un insecto tan sensible.
No, no tengo ni pascolera idea de lo que ocurre con los cadáveres, pero dudo mucho que la razón haya que buscarla en la propia naturaleza.
Un saludo.
Radagast: Puede que sea la suma de todas las posibles causas, pero si no se consigue reparar el daño, nos quedamos sin abejas y sin agricultura.
ResponderEliminarSobre las especies autógamas, no me refería a que las propias plantas lo produzcan puesto que no dejan de tener polen que recoger y serían útiles a los insectos, aunque estos no les fueran imprescindibles. Me refiero al posible interés de las multinacionales que controlan estas plantas en que desaparezcan sus competidores, solo era una reflexión.
Jodidos: Piensa mal y acertarás, ahí estamos. :P
Hola Piedra.
ResponderEliminarDesde luego huele esto a cuerno quemado.
Tantas teorías y ninguna respuesta en concreto, joder si no lo saben quién lo tiene que saber, yo menos.
Tampoco saben porque en Extremadura las cigüeñas no se van antes del Otoño que es lo normal y lo achacan al cambio climático.
Poco a poco nos vamos cargando la madre tierra y de una forma u otra traerá consecuencias graves.
Para entonces yo por lo menos no estaré para verlo( No me voy a quedar de semental).
Saludos Piedra.
Al final el mundo será de las cucarachas, las mosca y las ratas.
ResponderEliminarE..P.. : quizás el porqué, solo sea importante para poderlo solucionar, aunque si la causa va contra el interés de un sector poderoso, adiós abejas. De lo que aun no parecemos estar mentalizados es que sin abejas, el mundo que conocemos no es posible, sin abejas no hay humanidad.
ResponderEliminarPepe cahiers: No se yo si las moscas... ;)
Excelente el artículo, amigo Piedra, muy explicativo. Yo también había escuchado de esa epidemia llamada Nosema, causante de la nosemosis de las Apis Mellifera...
ResponderEliminarPero nos deja flotando una duda...¿Porqué ahora hay mayor cantidad de infecciones en las colmenas?.
Las infecciones no nacieron ahora: convivieron con las abejas desde siempre, son un sistema ecológico cerrado, la relación abeja-agente infeccioso...
Pues la respuesta, cuando no, parece estar en las mañosas conductas humanas: se llama “biodiversidad”...Usufructuamos la tierra para exclusivo beneficio nuestro, y consideramos maleza a toda planta a la que no le sacamos algún rédito...La carencia de flores de suficiente variedad, provoca que las abejas no puedan elaborar niveles suficientes de Glucosa Oxidasa (GOX), que protege a la miel y al alimento de las larvas, contra los microbios...De esta forma se protege la colonia de una variedad de infecciones, pues dicho elemento es un poderoso antibiótico natural...Pero sólo lo pueden elaborar a partir de, al menos "cinco(o más) variedades de flores", a las que nosotros,los humanos, consideramos “maleza inútil”, y las erradicamos...Supongo que la solución, a la larga deberá provenir de algún antibiótico, sintetizado de la fórmula natural. Pero si la Ciencia no se apresura, se nos terminan nuestras simpáticas amigas...Saludos, y muy bueno el Blog...
Julen Rossi: Ciertamente, estos parásitos siempre han existido, así que culparlos únicamente a ellos es un poco ingenuo.
ResponderEliminarDe ser realmente así, habría que sumarle otros factores que favorezcan ese triunfo actual del parásito contra el huésped y teniendo en cuenta que los cuidados humanos deberían jugar a favor de las abejas, la cosa se pone aun más turbia.
Creo que además de como señalas, la falta de biodiversidad, puede influir un poco todo, una gran suma de polución, tóxicos en plantas y ambiente, mayor contaminación electromagnética que puede desorientarlas, y hasta el efecto de las plantas transgénicas que por lo nuevas que son, desconocemos sus efectos a largo plazo, quizás este sea uno de ellos.
-Saludos y gracias por el comentario.