A menudo se nos habla de la inocuidad de determinados tóxicos omnipresentes en nuestro medio ambiente, por aparecer en cantidades supuestamente tolerables, aunque parece que de modo premeditado se obvia el efecto acumulativo que suelen presentar en el organismo algunos de ellos, así como el inevitable efecto cóctel.
Un estudio realizado en Francia buscando tóxicos en una dieta típica infantil, halló
128 Residuos químicos
36 Pesticidas diferentes
47 sustancias sospechosas de ser cancerígenas
Pero centrémonos en una de esas sustancias concretamente, las dioxinas, uno de los denominados como contaminantes orgánicos persistentes, ya que una vez asimilados por el organismo, pueden tardar más de diez años en desaparecer.
Un estudio realizado en Francia buscando tóxicos en una dieta típica infantil, halló
128 Residuos químicos
36 Pesticidas diferentes
47 sustancias sospechosas de ser cancerígenas
Pero centrémonos en una de esas sustancias concretamente, las dioxinas, uno de los denominados como contaminantes orgánicos persistentes, ya que una vez asimilados por el organismo, pueden tardar más de diez años en desaparecer.
Lo peor es que durante ese tiempo en que está acumulada, principalmente en el tejido graso, es muy probable que se vayan añadiendo nuevos tóxicos y nuevas dioxinas, lo cual desvirtúa los datos de supuesta inocuidad, que solo se efectúan sobre un único tóxico, ya que cada individuo tendrá una mezcla individual exclusiva.
La mayor parte de dioxinas se asimila mediante la alimentación, principalmente por las grasas animales de baja calidad, pero también son parte de la contaminación ambiental producida por la incineración de residuos, la industria papelera y los herbicidas.
Sus efectos varían en función de la persona, pero pueden afectar a diversos órganos y la producción de hormonas, generando diversos tipos de cáncer y trastornos reproductivos.
La mayor parte de dioxinas se asimila mediante la alimentación, principalmente por las grasas animales de baja calidad, pero también son parte de la contaminación ambiental producida por la incineración de residuos, la industria papelera y los herbicidas.
Sus efectos varían en función de la persona, pero pueden afectar a diversos órganos y la producción de hormonas, generando diversos tipos de cáncer y trastornos reproductivos.
Pero sus efectos van mucho más allá y afectan a los genes, transmitiéndose a las sucesivas generaciones, que tendrán mayor incidencia de enfermedades renales, tumores e incluso malformaciones.
Como ejemplo, el agente naranja utilizado por EEUU contra Vietnam, contenía una dioxina muy venenosa. Sus efectos se manifiestan aun a día de hoy en forma de malformaciones y tumores.
Como ejemplo, el agente naranja utilizado por EEUU contra Vietnam, contenía una dioxina muy venenosa. Sus efectos se manifiestan aun a día de hoy en forma de malformaciones y tumores.
Entre las múltiples plagas que amenazan a la humanidad está la de morir en nuestros propios resíduos. Buena entrada.
ResponderEliminarSeremos nuestros verdugos, ya que tenemos el dudoso privilegio de ser la especie dominante.
EliminarLas Agencias de estudios, control y verificacion de la U.E., por ejemplo la de los alimentos en Parma, son inútiles, y están supeditadas a lo que hoy se llama "interés general" (eufemismo que esconde el beneficio de unos cuantos, incluyendo, por propinas y otras prebendas, los bolsillos de los propios científicos de la agencia). Asi que me temo que cualquier estudio que se haga será siempre mucho mas benevolente que la cruda realidad: entre las muchas violencias que sufrimos por parte de las instituciones y empresas está, y no es la menos grave, ni mucho menos, la del envenenamiento a través de lo que comemos, bebemos o respiramos.
ResponderEliminarSaludos
Por mucho que nos hablen de los métodos de control, es evidente que están bajo la supervisión del gran amo: €/$
EliminarSaludos.
Cuando más dioxinas se consumían era en la antiguedad, en tiempos prehistóricos, pues donde más dioxinas se ingieren (y con muchíiiiisima diferencia) es en la carne asada sobre leña.
ResponderEliminarRelatívamente; la carne cazada seguramente no tenía la cantidad de grasa que la de ahora ni mucho menos su calidad.
EliminarLas dioxinas además es un grupo de sustancias, no solo una, así que hablamos también de la calidad de estas, y que en ese momento los problemas que pudiéramos haber tenido con ellas, podrían haber sido incluso superadas por medio de la evolución y la selección natural, es decir, el hombre hace miles de años se adaptó a los problemas cotidianos y evolucionó de acuerdo con ellos. Cuando la industria generalizó la polución y la contaminación ambiental a nivel planetario, ya estamos hablando de otra cosa y demasiado reciente como para que podamos asimilarlo.
No, si no es por la carne de caza, me refiero a que cuando la grasa fundida cae sobre cenizas calientes se produce una reacción química que libera un cocktail de dioxinas bestial, la contaminación de la carne en parrilladas por dioxinas es con diferencia el alimento más afectado (pero vamos muchísimo más).
EliminarNo es coña, trabajar de parrillero debería estar entre los trabajos que entrañan riesgo para la salud.
Llevas razón, (supongo), pero sigo diciendo que si eso no lo hemos podido superar, la polución química que es muy reciente en comparación, tiene que tener un impacto mucho mayor y además se suma a la otra.
EliminarLo de pedir el plus de peligrosidad, no creo que colase, no por falta de razón, si no de sensibilidad por parte de quien tuviera que pagarlo.
Yo quiero resumir todo esto con la monopolización que está consiguiendo, con el permiso de los responsables políticos y sanitarios de todos los países, una multinacional. Se sigue el comportamiento de esta empresa país por país, y ya se ve lo que está pasando y quieren conseguir.
ResponderEliminarLa empresa: Monsanto.
Saludos.
Curiosamente una de las productoras del Agente naranja lanzado contra Vietnam, vamos que no es nada nuevo, pero hay muchas más gigantescas y tan asesinas como esta. (Bayer, Pzifer, Basf, ...)
EliminarNo entiendo mucho del tema...pero tengo muy claro que nos rodea mucha mierda sobre todo a la hora de comer,beber,fumar o respirar, eso si como siempre todo esto da mucho dinero en cualquier sentido,....los verdaderos perjudicados alimentamos a los culpables.
EliminarVida sana. ¿en donde? que voy para a ya.
Un cordial saludo Piedra.
Curioso llegar siempre a la misma conclusión, jeje.
EliminarHola piedra, buena entrada. Te recomiendo, si puedes leer, artículos del Arqueólogo Kent Flannery. Él aborda sobre los temas de alimentación en la época precolombina.
ResponderEliminarGracias por la recomendación, aunque espero que tenga algo en español...
Eliminar-Interesante blog el tuyo compañero.