Copi-pega de algo que leí hace poco.
Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Qué son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés, pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?
Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.
"El café pendiente" - Tonino Guerra, contó la historia de uno de sus directores Federico Fellini y Vittorio De Sica. Incidente que, según él, puede traer lágrimas a cualquiera.
¿Y tú? ¿Te quedas mirando o dejas un café pendiente?
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Qué son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés, pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?
Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.
"El café pendiente" - Tonino Guerra, contó la historia de uno de sus directores Federico Fellini y Vittorio De Sica. Incidente que, según él, puede traer lágrimas a cualquiera.
¿Y tú? ¿Te quedas mirando o dejas un café pendiente?
No hay que esperar a que los demás cambien. ( si queremos que esto lo arreglen los políticos o los economistas estamos listos) Si somos capaces de cambiar nuestros pensamientos, nuestra aptitud, el mundo cambiará ante nuestros ojos. Esto ocurre para cualquier tipo de sociedad, no somos diferentes de cualquier otro lugar. Si queremos un mundo diferente, hagamos un mundo diferente, cambiemos en nosotros lo que queramos ver cambiado en el mundo. Este tipo de experiencias son símbolos poderosos que invitan a compartir a recordar que no hay ley mas cierta que la dice que para tener abundancia de algo,tenemos primero que ser capaces de darlo. El problema es que no acabamos de creérnoslo.
Fuente : http://lipe2000.blogspot.com.es/2013/03/los-pequenos-gestos-de-cada-uno-son-los.html
Y la cosa sigue: http://lipe2000.blogspot.com.es/2013/05/la-iniciativa-solidaria-del-cafe.html
"Son símbolos poderosos", efectivamente. No se sabe quienes han pagado los "pendientes", pero se sabe que existen dichas personas, ¡que no es poco!, dados los miserables tiempos que corren. No es un caso de caridad, sino un gesto de solidaridad. Así al menos lo veo yo.
ResponderEliminarHa tenido que llegar esto ("crisis") para que la gente vuelva a ser humana, todo tiene su lado positivo.
EliminarHay gente para todo, es una esperanza para redimir mi misantropía.
EliminarTambién tengo otro tipo de actitudes a mi altrededor, como el de una compañera de trabajo: No entiendo porque tengo que pagar yo el médico a nadie, cada cual debería tener un seguro médico según lo que se pudiera permitir (ella tiene uno).
Le contesté ¿Que si tu hijo sale un poco “rana” y no puede competir en este mundo de lágrimas y de mayor no puede pagarse un seguro médico y le entra un cáncer?.
Desde entonces no me habla.
Todos nos hemos topado con esa gentuza.Y si no nos hablan, al final nos hacen un favor.Por experiencia,IRATXO, los que tienen esa mentalidad no cambian.O si lo hacen es cuando ellos mismos tienen el agua al cuello.Y ya es tarde para ellos...y para nosotros empatizar con ellos, supongo.
EliminarTambién eso de que pague el médico de nadie es relativo, pero de cualquier modo, demuestra el tipo de persona que debemos procurar dejar de ser, porque si no, no estaremos en condiciones de reprochar nada a políticos, banqueros, ni demás ya que damos a entender que de estar en su lugar haríamos lo mismo o peor.
EliminarMe parece un buen gesto y como bien dice tiene su lado positivo, pero representa el fracaso de una sociedad incapaz de generar soluciones para no tener que llegar a esto.
ResponderEliminarA mi modo de ver, esa es la solución, y de hecho entiendo que no puede haber otra. Si no somos nosotros los que cambiamos con nuestra actitud, el mundo no va a cambiar ni la sociedad va a cambiar, porque la sociedad somos nosotros, no podemos ni debemos esperar que nadie nos resuelva los problemas con formulas mágicas que además no existen, todo depende de nosotros, de no ser aquello que criticamos, denunciamos o aborrecemos.
EliminarEn Montevideo,Uruguay, ya hay también algún café conocido de la ciudad que adoptó esa costumbre solidaria.También creo que se trata de solidaridad y no de caridad.Saludos!
ResponderEliminarA veces solo es el miedo a verse así, pero es un principio, porque algunos otros ni por esas.
EliminarEsto se hace en EEUU también, hace mucho tiempo. ¿Aumentará el consumo de café?, ¿aumentará los beneficios de uno de los sectores que más se han expandido en los ultimos 30 años?
ResponderEliminarA mi no me gusta esta idea. ¿Tomar café es un lujo? ¿Cómo podemos conjugar esto con una "frugalidad voluntaria"?
¿Minifilantropo que se siente como los ricos por unos minutos?
¿Sera que la caridad/solidaridad también tiene sus modas?
Para cada vez más personas si que puede ser un lujo, pero no tendría que serlo.
EliminarPara algunos también será un lavado de conciencia o el poderse sentir un poco consciente de su mejor situación que aquellos a los que invita, pero a los que pueden tomarse ese café, seguro que no les importa demasiado, y seguro que también echan en falta poder habar con otros clientes, compartir sus vivencias, en fin todo lo que el mundo nos va quitando y en definitiva es lo que nos convirtió en humanos, más al menos que el triunfo social y el aislamiento de la competitividad.
A mí me parece una experiencia interesante y una forma bastante "elegante" de compartir lo que se tiene con personas que tienen menos. Una manera pequeña y doméstica de contribuir -con todas las pegas que pueda tener el asunto- a la justicia distributiva que debiera ir por vías más amplias y eficaces... pero entretanto, un café pendiente no está mal.
ResponderEliminarSalud.
Si, es un primer paso, aunque sea pequeño es importante para quien puede aprovecharlo.
EliminarSaludos.