En 1936 el pueblo español dio una lección al mundo entero plantando cara a la sublevación fascista encabezada por el ejercito y apoyada por el clero y la burguesía.
Las desigualdades, sobre todo en el mundo rural, habían provocado que los campesinos comenzasen a colectivizar tierras, tal como se había establecido por la república, aunque de un modo mucho más directo, pues las colectivizaciones oficiales, si bien se producían, lo hacían de forma demasiado lenta, al menos para un pueblo que moría de hambre mientras veía como la tierra quedaba sin trabajarse.
Durante los primeros meses de la guerra el pueblo en armas contuvo al fascismo y organizó la producción de fábricas y cosechas aumentando en todas ellas la productividad.
Las demás potencias fascistas apoyaron a los sublevados y el resto dejaron a su suerte a ambos bandos a excepción de la URSS, aunque esta limitó su ayuda a la república y solo a las fuerzas comunistas, que aun siendo muy minoritarias, se hicieron con el control del ejercito, enfrentándose y desarmando en primer lugar al pueblo, lo que provocó tanto el exterminio de la facción más combativa, los más revolucionarios, como el desmoralizamiento del resto, que entendía que ningún estado iba a consentir el triunfo de ningún pueblo por sí mismo, es decir, de la revolución.
Video: La revolución anarquista es posible 2 y es la única realmente anticapitalista.
Si se pudo una vez, se podrá otra vez! Viva la Revolución Libertaria! Salud!
ResponderEliminarEllos aprendieron de sus errores y se fueron puliendo, nosotros, al contrario nos dejamos manipular. Ahora es más difícil, pero no imposible.
EliminarSalud!
Había mayor concienciación social y espíritu de lucha... Evidentemente si queremos una verdadera transformación social, económica y política sin una revolución desde abajo es imposible.
ResponderEliminarSalud!
Te digo como a Loam, y si, la revolución la debemos hacer nosotros, pero ellos lo saben y están más que alerta para intentar que no pase.
EliminarSalud!