Continuamos siguiendo el caso Kote Cabezudo, donde se intenta denunciar un red pederasta que salpica, como de costumbre, a políticos, jueces y demás ralea, que como siempre que es investigada, resulta estar podrida hasta la médula.
Video: Odón Elorza y el Caso Kote Cabezudo
Si de verdad existiera una completa y transparente política informativa, no sé si estallaría una revolución (cosa que dudo, dado el placentero conformismo de la masa votante), pero la convulsión social estaría asegurada. Los pulmones del Poder están infectados hasta sus más recónditos alvéolos. El mundo apesta, a pesar del (tan rentable) esfuerzo realizado por las industrias para "perfumarlo".
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Corrupción-poder, poder-corrupción, supongo que es una de las maneras de asegurarse la obediencia de a quienes permiten escalar hasta los primeros puestos visibles.
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Si metieron a 200.000 personas en fosas y salieron indemnes, si robaron 300.000 niños y libraron, si las redes pederas tas de la iglesia incluyen a miles de niños cada año, que hayan estuprado a un par de miles parece hasta una cuestión benignas y hay que darles hasta las gracias de que no los hubiesen matado. Estas son las alimañas de las que hablan los cuentos y habitan en las pesadillas.
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Al menos que se sepa.
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