24/2/13

Condena a la banca


Enric Durán obtuvo casi medio millón de euros de diversos créditos bancarios, que no piensa devolver, para denunciar la estafa bancaria. El dinero fue dedicado a fines sociales, principalmente con aquellos afectados por esos mismos bancos.
 He expropiado 492.000 euros a 39 entidades bancarias a través de 68 operaciones de crédito. Incluyendo los intereses de demora, la cifra actual de la deuda es de más de 500.000 euros, que no pagaré. Artículo copiado de :  http://enricduran.cat/es/
Más allá de que en este caso sea la banca quien nos quiere condenar, nosotros consideramos que debería ser la banca la condenada.
Para que haya estafa es necesario que haya apropiación indebida. La apropiación indebida es un delito contra el patrimonio y la propiedad consistente en el apoderamiento de bienes ajenos con intención de lucrarse, cuando dichos bienes se encuentren legalmente en su posesión a través de otros títulos de posesión como puede ser, por ejemplo, un crédito.

Y en este caso no es Enric quien se ha apropiado de bienes ajenos. Enric solicitó créditos que el banco le otorgó mediante el sistema de reserva fraccionaria, que es el sistema que permite a los bancos crear dinero como deuda. Este sistema es el responsable de la burbuja crediticia. Actualmente, los bancos privados dejan dinero que no poseen, ya que no están respaldados por ningún activo concreto, sino que a través de potentes instrumentos de ingeniería financiera permiten la creación de dinero como deuda, creada a partir del dinero de las cuentas en depósito de sus clientes.

Por este motivo quién está continuamente lucrando con bienes ajenos es la banca que especula con el dinero que sus clientes les dejan en depósito. Esto es apropiación indebida, porque no se puede especular con algo que no es de tu propiedad, sino que sólo está en tu custodia, por ejemplo, si el propietario de un párking se dedicara a alquilar nuestros coches mientras los tenemos en la su custodia, esto sería un delito de apropiación indebida. Pero, cuando lo hace el banco no es así, la impunidad se compra.
Quien “roba” a un ladrón para colectivizar su bienes, ¿qué es? Y si este ladrón ha llevado a la miseria a millones de personas, entonces volvemos a preguntar, quién los ha expropiado y ha denunciado para avisar a todos, qué es?

Por otro lado, para que haya estafa, que es de lo que acusan Enric, es fundamental que haya lucro. Enric no sólo ha hecho la acción para visibilizar lo que hacen estos ladrones financieros, que son los bancos, sino que sobre todo, como se hizo público y se puede comprobar con toda la red de cooperativas integrales que han surgido después de aquella primera acción, Enric no se lucraron con el dinero de los créditos, sino que los recuperó de la banca para ponerlos de nuevo al servicio de los ciudadanos con diferentes iniciativas que ofrece la CIC, como cooperativas de vivienda social , centros de autogestión primaria en salud, educación libre, todos ellos derechos básicos que actualmente el Estado nos está robando. Y eso no es lucrarse.

Lucrarse es lo que hacen los bancos cuando llevan a cabo más de 400.000 ejecuciones hipotecarias y condenan miles de familias en la pobreza absoluta, cuando no al suicidio, y las obligan a continuar pagando una deuda que ya se han cobrado con el inmueble, por lo que cobran dos veces el mismo crédito -y recordemos que es un crédito que no han financiado con su capital, sino con los depósitos de las cuentas a la vista de todos nosotros-. Esto sí que es lucrarse y es apropiación indebida!
Y estafa es que la justicia obligue a los ciudadanos desahuciados a pagar cuotas mensuales para malvivir desamparados en nuestras calles.
Estafa también es que nos digan que la deuda pública asciende a 1,8 billones de euros cuando el billón corresponde a la deuda privada (bancos y gran corporaciones) que con la complicidad del Estado nos la han colado como deuda pública de todos los ciudadanos.
Estafa es que endeudado los ciudadanos con 100.000 millones de euros para destinarlos a los bancos españoles para que paguen sus deudas con los bancos alemanes y franceses, cuando una parte cada vez mayor de la población supera el umbral de pobreza. Esto es estafa y es apropiación indebida por parte de las entidades financieras.
Estafa es que los bancos para simular solvencia hayan colocado cantidades industriales de participaciones preferentes en la población y se hayan negado a devolver los ahorros a sus clientes una vez vencidos los plazos.
Es estafa que los responsables de este robo realizado con violencia institucional, que llaman crisis, sean recompensados con indemnizaciones estratosféricas, y apropiación indebida es que estas indemnizaciones a los culpables sean pagadas con nuestro dinero, con el dinero que pagamos con los impuestos, con el dinero público con los que los bancos han sido intervenidos.
Estafa es que a Emilio Botín se le otorgara tratamiento de vip considerando su olvido a declarar sus impuestos como un error y no como un delito, y que no se le haya exigido devolver a España los 2.000 millones de euros evadidos ilegalmente en Suiza.
Estafa es que con nuestro dinero del estado avale 90.000.000.000. euros del banco malo para comprar todos los activos tóxicos de los bancos privados, cuando aquí lo que necesitamos son políticas de vivienda social.
Estafa es que los bancos inviertan el dinero público que el Estado les prestó al 1% de interés con el objetivo de reactivar el crédito y con ese dinero compren deuda pública, que el Estado les deberá pagar a un 5 o 6% de intereses, con lo que están especulando y robándonos dinero de forma inadmisible.

Todo esto es apropiación indebida, una estafa y una falta de respeto a todos los ciudadanos.
Es del todo ilegítimo que nos cuelguen en la espalda un extraordinario deuda que no nos corresponde y que se nos exige con recortes presupuestarios que han condenado a los ciudadanos al empobrecimiento, a la pauperización de sus condiciones de vida, al desmantelamiento de los servicios públicos, a la inestabilidad familiar, a la pérdida de futuro, al consumo de fármacos y la decadencia democrática, mientras se regalan miles de millones de euros a los bancos, se silencia la compra de material militar por otros miles de millones , se permite a las eléctricas que nos estafen con el déficit tarifa, etc.
LOS DERECHOS HUMANOS SON UNA CUESTIÓN DE MÍNIMOS INEGOCIABLE QUE SI NO SE CUMPLEN SOLO SE PUEDEN DEFENDER CON UN DERECHO, EL DERECHO DE REBELIÓN.

«Y si algún día, por voluntad mía o no, soy juzgado, aviso que el único veredicto que aceptaré será la absolución por consideración del tribunal que mi acción no es constitutiva de delito, debido a su motivación ética y solidaria en contra de los actores que más daño hacen a esta sociedad y en pro del bien común. Fuera de esto, no negociaré penas menores para evitar cumplir condena, ni pagaré una fianza, ni multa, ni negociaré la deuda. Si el estado es incapaz de salir de la presión de los poderes fácticos, que todo el mundo lo vea manteniendo a una persona como yo en prisión.
                                       

                                                                                                                               -Enric Duran-
 
Enlace original: http://enricduran.cat/es/condena-a-la-banca/

23/2/13

La dieta y su importancia en la salud coronaria.

Revelador artículo escrito por un médico, el  Dr. Dwight Lundell Jefe del Servicio de Cirugía Coronaria en el hospital Banner Heart Hospital. encontrado en el blog  http://lourdestrevino.com/


Nosotros, los médicos, con toda la formación,  conocimientos y la autoridad que  adquirimos, tendemos a inflar el ego y difícilmente admitimos que hemos errado. Sin embargo, debo  confesar que me he equivocado.
Soy  cirujano del corazón, con 25 años de experiencia, con más de 5000 cirugías realizadas de corazón abierto, hoy ha llegado el momento de reparar el daño mediante los hechos médicos y científicos.
He estado formando durante muchos años a otros médicos, de esos a los que luego se etiqueta como “formadores de opinión”.
Asediados por la literatura científica, asistiendo de forma continua a seminarios, los creadores de opinión han insistido en que las enfermedades coronarias son el resultado del simple hecho de tener unos niveles de colesterol muy elevados en sangre.
La única terapia aceptada ha sido la de prescribir medicamentos para bajar el colesterol y una dieta muy restringida en grasas. Un menor consumo de grasas traería consigo una disminución en la cantidad de colesterol y se reducían las enfermedades coronarias. Cualquier desviación de estas recomendaciones se consideraba una herejía y daba lugar a la realización de malas prácticas médicas.
¡Pero no está funcionado! Estas recomendaciones no son ni científicamente ni moralmente defendibles.
El descubrimiento hace unos años de que es la inflamación en la pared arterial es la causa real de la enfermedad cardíaca, es lo que poco a poco está dando lugar a un cambio de paradigma en la forma en que son tratadas las enfermedades cardíacas y otras dolencias crónicas.
A pesar de que el 25% de la población toma costosos medicamentos a base de estatinas, y a pesar del hecho de que hemos reducido la cantidad de grasa presente en nuestra dieta, cada vez mueren más personas por enfermedades cardíacas.

Las estadísticas de la American Hearth Association indican que 75 millones de estadounidenses sufren enfermedades cardíacas,  20 millones padecen diabetes y 57 millones pre-diabetes. Estos trastornos afectan cada vez a personas más jóvenes, en mayor número cada año.
En pocas palabras, es la inflamación corporal la responsable de que se acumule el colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos y se causen de este modo enfermedades cardíacas y apoplejías. Sin inflamación, el colesterol se mueve libremente por todo el cuerpo; es la inflamación lo que hace que el colesterol quede atrapado. 
La inflamación no es un proceso complejo, se trata simplemente de una reacción natural del cuerpo ante invasores extraños, tales como bacterias, toxinas o virus. El ciclo inflamatorio es una forma de protección del cuerpo ante invasores como bacterias y virus. Sin embargo, si se expone de forma crónica a nuestro organismo a toxinas o alimentos que el cuerpo humano no está preparado para procesar (Estrés Químico), se produce entonces una inflamación crónica, es decir que tiene mucho tiempo de evolución y se instala de forma permanente.
¿Qué persona sensata se expondría de forma intencionada en repetidas ocasiones a alimentos u otras sustancias que sabe le causan daño corporal? Bueno, quizás los fumadores, pero al menos se trata de una decisión voluntaria.
El resto nos limitamos a seguir la dieta recomendada, baja en grasas y altas en  carbohidratos, sin saber que estamos causando repetidas agresiones a nuestros vasos sanguíneos amén de ser un error ya que hay infinidad de grasas “buenas” que dejamos fuera y los carbohidratos son el verdadero enemigo. Esta agresión repetida produce una inflamación crónica que conduce a la enfermedad cardíaca, a los accidentes cerebro vasculares, a la diabetes y la obesidad.
Permítanme que se lo repita: la lesión e inflamación de nuestros vasos sanguíneos está causada por una dieta baja en grasas, algo recomendado durante años por la medicina convencional.

¿Cuáles son los mayores culpables de la inflamación crónica? En pocas palabras, la sobrecarga de hidratos de carbono simples y alimentos muy procesados (azúcar, harina y todos los productos derivados) y un exceso de consumo de aceites vegetales con omega-6, tales como aceites de soja, maíz y girasol, que se encuentran presentes en muchos alimentos procesados. 
Visualice lo siguiente: un cepillo duro que constantemente frota  la piel hasta  enrojecerla y hacerla sangrar,  así diariamente durante años,  cada vez sería peor la inflamación y el sangrado a medida que repite la agresión.
Esta es una buena forma de visualizar el proceso inflamatorio, y es lo que está pasando en su cuerpo. Independiente de dónde se produzca el proceso inflamatorio, sea interna o externamente, es lo mismo.
He observado el interior de miles y miles de arterias. Una arteria enferma se ve como si alguien hubiese frotado y cepillado incansablemente las paredes. Varias veces al día, todos los días, los alimentos que comemos producen pequeñas lesiones, sobre las que se producen otras, de modo que es la causa de que nuestro cuerpo responda de forma continua con inflamación.
A pesar de que resulta tentador saborear los dulces, nuestros cuerpos responden de forma alarmante, como si un invasor extraño nos declarase la guerra. Los alimentos están cargados de azúcar, carbohidratos simples, o procesados con omega-6, uno de los pilares de la dieta norteamericana durante varias décadas. Estos alimentos nos envenenan lentamente a todos.  Los productos que hacen alarde de 0% grasa y 0 colesterol como los yogures o crema light, efectivamente, no tienen grasa, pero ¿saben con qué los espesan? ¡con maicena!  Un almidón, que sí engorda y deteriora los tejidos produciendo inflamación.
¿Cómo un simple dulce produce una cascada de inflamaciones que hace que el cuerpo enferme?
Cuando consumimos hidratos de carbono simples, tales como el azúcar, los niveles de azúcar en la sangre se elevan rápidamente. Como respuesta, el páncreas segrega insulina, cuya misión principal es que el azúcar llegue a todas las células donde se almacena la energía. Pero si la célula está llena, si no necesita más glucosa, se rechaza el exceso para evitar una disfunción de los procesos que se llevan a cabo en su interior.
Cuando las células rechazan el exceso de glucosa, se elevan los niveles de azúcar en sangre, aumentando la producción de insulina, y se almacena en forma de grasa..
¿Qué tiene que ver todo esto con la inflamación? La cantidad de azúcar en sangre se controla entre unos valores máximos y mínimos muy estrechos. Las moléculas de azúcar se unen a una amplia variedad de proteínas, que lesionan las paredes de los vasos sanguíneos. Esta lesión repetida de las paredes de los vasos sanguíneos desencadena la inflamación. Cuando sube el nivel de azúcar en sangre varias veces al día, todos los días, es como frotar con papel de lija el delicado interior de los vasos sanguíneos.
Si bien no puede observarlo, puede estar seguro de que ocurre así. Lo he visto en más de 5000 pacientes sometidos a cirugía durante los 25 años que llevo ejerciendo. Todos ellos tenían un denominador común: la inflamación de las arterias.
Volvamos al asunto de los dulces. Bajo su inocente aspecto, no sólo contienen azúcar, sino que también están elaborados con ácidos grasos omega-6, tales como los provenientes de la soja.
Las patatas fritas se fríen con aceite de soja, muchos alimentos procesados se fabrican con ácidos grasos omega-6, para que así tengan más larga duración. Mientras que las grasas omega-6 son esenciales al formar parte de la membrana celular, y así controlar lo que entra y sale de la célula, deben estar en un equilibrio adecuado con los omega-3.
Si este equilibrio se rompe por el consumo excesivo de ácidos grasos omega-6, la membrana de la célula produce unas sustancias químicas denominadas citoquinas, que causan directamente inflamación.
Hoy en día, la dieta suele producir un desequilibrio muy grande entre estos dos tipos de ácidos grasos. La relación de desequilibrio puede estar en torno de 15:1, o incluso de 30:1 en favor de los ácidos grasos omega-6.
Esto produce una enorme cantidad de citoquinas que causan la inflamación. Lo ideal sería una proporción de 3:1 para que fuese saludable.
Para empeorar aún más las cosas, el sobrepeso produce una sobrecarga de células grasas que vierten grandes cantidades de productos químicos pro-inflamatorios, lo que se suma a las lesiones causadas por los altos niveles de azúcar en sangre.
No hay otra solución para disminuir la inflamación que consumir los alimentos lo más cercano posible a su estado natural.
Para reconstruir un músculo, se deben consumir más proteínas. Para energía elija carbohidratos complejos, tales como los presentes en frutas, verduras y granos integrales.
Reduzca o elimine el consumo de los ácidos grasos omega-6, tales como el aceite de maíz y soja, y los alimentos procesados que se han elaborado con estos aceites, aumente el consumo de ácidos grasos omega 3.
La medicina convencional cometió un tremendo error cuando aconsejó a la gente que evitara las grasas saturadas en favor de los alimentos ricos en ácidos grasos omega-6. Ahora tenemos una epidemia de inflamación de las arterias, que conduce a enfermedad cardíaca y otras muertes silenciosas.

Lo que usted puede hacer es consumir alimentos integrales, de los que su abuela consumía, y no seguir la moda de consumir tantos alimentos procesados. Eliminando los alimentos que producen inflamación y añadiendo los nutrientes esenciales presentes en los alimentos frescos no elaborados, se revertirían los daños en las arterias y en todo su cuerpo.
Así es que si desea controlar la inflamación y por lo tanto los problemas cardiovasculares ponga atención a lo que come, los malos hábitos producen acidez y ésta es el principal detonante de la inflamación crónica en los tejidos corporales
En otras palabras, sólo comiendo bien, su cuerpo sería capaz de revertir problemas de corazón y más importante aún, evitar ataques al corazón. ¿Tiene sentido? Un ataque al corazón es una cosa común hoy en día en personas mayores de 40 años; Estas son personas que viven consumiendo comida rápida y llevan una vida sedentaria.
¿Cree que vale la pena?


15/2/13

Psicología infalible.

 Sobre la psicología, sus escuelas y sus métodos, se ha escrito mucho, pero si hay un sistema infalible solo puede ser este que presento a continuación.
 

13/2/13

11/2/13

Nueva medicina: nada nuevo.

Imaginemos una medicina  radicalmente distinta, en la que el médico ya no es el protagonista dejando ese lugar al paciente, y la enfermedad ya no es algo maligno a vencer, sino un simple proceso natural cuya misión es la de mejorar nuestras expectativas de vida.
Imaginemos también una medicina que aun libre de orientalismos  reconoce al ser humano como algo más que un simple mecanismo orgánico, algo más complejo donde la psique y la energía tengan cabida.
Imaginemos que los fármacos dejan de ser el centro de la terapia, y que en lugar de ser un simple negocio, la medicina pasa a ser una forma de guiar al paciente a resolver los problemas que causan sus dolencias, así como a sobrellevar estas de forma que aprenda a curarse, o dejarse curar, o dejar que el organismo complete el proceso que provocó la enfermedad.

Imaginemos una medicina  que en lugar de basarse en hipótesis (y erróneas en muchos casos), se base en leyes naturales, un método científico demostrable y aplicable a todos los pacientes con igual resultado.

Y aquí una muestra de que otro tipo de televisión existió en nuestro país, aunque por poco tiempo, una tele en la que la divulgación era posible incluso tratándose de ideas contrarias al sistema establecido o las industrias dominantes.  (al poco de emitir este programa, la industria médica oficial puso el grito en el cielo y se emitió otro programa en el que se intentaba menospreciar lo dicho aquí).

Video: Preguntas y respuestas, El origen del mal ( TVE )

3/2/13

Jornada laboral de cuatro horas.

Interesante entrevista en la que se habla de como la tan difícilmente conseguida jornada laboral de ocho horas, cada vez más alargada en el presente, debió haber continuado acortándose de acuerdo con las mejoras técnicas que aumentaban la productividad. De haber sido así, el beneficio se habría mantenido con el mismo número de trabajadores, pero se optó por mantener el horario a costa del tiempo de los obreros, multiplicando la producción, lo que en la práctica, se ha traducido en una crisis de sobre producción y un proletariado sin apenas tiempo para dedicar a su propia formación humana.
La jornada laboral pues, debería progresivamente reducirse, de acuerdo a como se incrementa la capacidad de producción, gracias a la tecnología y la propia especialización de esa mano de obra empleada.

Tal como se pregunta en el vídeo, ¿De qué nos sirve la tecnología si no es para poder tener más tiempo para disfrutar de la vida?.

Pues muy al contrario vemos como la tecnología en lugar de liberarnos, nos esclaviza, robando nuestro tiempo, con el que pretendemos pagar multitud de artilugios inútiles, trabajando cada vez más y más horas en trabajos además cada vez peor pagados.