A lo largo de nuestras vidas podemos ser testigos de sucesos de difícil explicación o tener conocimiento de alguno. Supongamos que somos el protagonista de una experiencia que no nos es posible explicar de ningún modo en el momento de tenerla. ¿como deberíamos reaccionar?
La manera de interpretar el suceso dependerá de nuestra cultura, nuestras creencias e incluso el estado anímico del momento concreto en que se tenga.
Tomemos por ejemplo la experiencia de una aparición espectral:
De pronto, estando solos en nuestra casa somos testigos de una figura luminiscente que aparece frente a nosotros y camina hacia la pared hasta desaparecer por ella.
Dependiendo de nuestras creencias religiosas y nuestra formacion científica o nuestra simple formación académica y nuestra cultura se abren ante nosotros cientos de posibilidades con las que podremos explicar lo sucedido.
Podríamos pensar que hemos visto un ángel, un demonio, (quizás cientos de esquizofrenicos fueron torturados y asesinados por la inquisición) un ser extraterrestre, una energía que existió en ese lugar en otro tiempo y que lo ha impregnado de alguna manera siendo capaz nuestro cerebro de captarlo bajo unas determinadas circunstancias, podríamos pensar que es un ser real que habita otra dimensión y que de algún modo hemos sido capaces de ver por un instante esa otra realidad, podría ser una persona fallecida que ha quedado atrapada en un plano de existencia de una densidad mas sutil que la que nosotros habitamos y consideramos el mundo real, podría ser una energía creada inconscientemente por nuestro propio cerebro o el de otra persona, en sueños o en coma, podría ser el espíritu de una persona mientras realiza un viaje astral o sueña y que hemos sido capaces de ver por una sintonía de nuestras ondas cerebrales, podría ser una broma o un experimento del que estamos siendo victimas, podría ser una alucinación debida a un problema fisico o psiquico de nuestro cerebro, podría haber sido una alucinacion visual por un problema con la parte cerebral que controla los impulsos visuales, podría ser una proyección de nosotros mismos que nuestro cerebro crea ilusoriamente, podría ser un efecto óptico creado por nuestro cerebro a partir de una sombra o un reflejo de luz, podemos estar alucinando por algo que hayamos comido o bebido (o fumado)... Y así podríamos seguir enumerando posibles causas.
¿Pero con cual quedarnos? Ante todo, quizás para cada caso habría que enumerarlas todas e ir descartando las menos probables hasta dejarlas reducidas a las mas sensatas.
Un fanático religioso creerá sin duda ver un ángel, un fanático de los extraterrestres creerá sin duda haber sido contactado, un escéptico quizás piense que se ha vuelto loco o que alucina.
-A priori no se puede descartar ninguna posibilidad al igual que no se puede dar ninguna por cierta.
Otro problema es que estos sucesos no suelen repetirse ni por lo general hemos descubierto a que patrones obedecen, cuando se trata de un suceso no natural como una alucinación causada por un daño cerebral, por lo que no podemos aplicar el método científico repitiendo unas condiciones para que se de un mismo resultado y estudiar sus causas. Incluso parece que es el propio fenómeno el que elige como, a quien y cuando suceder.
Las mas de las veces suceden a un único espectador y suele ser mas corriente que se den unas situaciones excepcionales, por el estado anímico o físico del testigo o de su entorno, lo que hace mas difícil aun su estudio y su posible repetición. Podríamos tomar como ejemplo el caso de experiencias cercanas a la muerte o con familiares recientemente fallecidos. Aun en los casos en que las circunstancias son mas normales, suele suceder que se tengan estas experiencias justo antes de dormirse o inmediatamente después de despertar, cuando el cerebro esta trabajando en unas frecuencias que no siendo las del sueño, tampoco corresponden a el estado habitual de vigilia. ( Estaríamos hablando de que el cerebro se encuentra trabajando en las frecuencias correspondientes al estado alfa, que como se ha mencionado se da tanto antes como justo después del sueño o en estados de concentración profunda o hipnosis). Esto podría llevarnos también ante la duda de hasta que punto lo hemos soñado o alucinado.
Conclusión, hay que mantener la emotividad separada del suceso y analizarlo lo mas fríamente posible abiertos a todas las posibles causas dejando de lado cualquier creencia o idea preconcebida. Ser lo mas objetivos posibles y atenerse a los hechos probables y demostrables, no se trata de negar nada por sistema, pero no dar por hecho que si lo vemos es real o responde a una causa concreta. Si veo una luz en el cielo, es una luz, no una nave extraterrestre, si veo una sombra, es una sombra, no un fantasma, etc.
hola pasaba por aqui y queria hacerte una pregunta ¿y si no crees en nada y ves un fantasma?porque a mi me ha pasado.
ResponderEliminarHabria que conocer tu caso y a ti mism@. sin mas detalles no puedo decirte mucho pero para empezar, ¿si no crees en nada, como das por hecho que lo que viste fue un fantasma y a que llamas fantasma?
ResponderEliminar-Es lo que intentaba expresar, que damos por sentado cosas aunque sea simplemente para definirlas y eso ya puede llevarnos a un error que nos condicione a la hora de definir o estudiar lo que nos ha ocurrido.
( puede ser un "fantasma" si, o cien cosas mas )
hola de nuevo llamo fantasma ya sabes lo tipico una persona que sabes que esta muerta pero que la estas viendo delante tuya y dices no puede ser esta muerta pero esta y la estas viendo.
ResponderEliminaryo no es que no crea en nada de eso bueno no creo pero es que tampoco me ha preocupado nunca entonces por eso me impacto mas. tambie que ha sido mas veces pero la misma persona el mismo fantasma.
Mandame tu correo y te pido mas datos.
ResponderEliminarEstimado señor Piedra, fue un comentario muy grato el que dejo en mi blog, se le agradece, espero haberle hecho olvidar por un rato sus problemas. Disculpe la demora por el comentario, ultimamente, poco despues de salir de la universidad, rogue a una curandera se deshiciera de este mi, don maldito, aunque en un principio, logre deshacerme de el, no se pude uno deslindar de este regalo sobrenatural, porque quedan las secuelas, y un dejo de incertidumbre colosal, por ahora, lo que me reconforta es poder publicar mis memorias para sacar todos mis secretos, disfrazados mediante la mascara de la ficción, saludos mi estimado y comprensible Don Piedra, estamos en contacto.
ResponderEliminar¿Don maldito? para nada, hombre. Hay quien pagaría millones por tenerlo durante al menos un instante y así poder despejar mínimamente algunas dudas.
ResponderEliminarEl tenerlo por una maldición o una bendición solo dependerá del modo en que te lo tomes. En vez de sufrirlo, disfrútalo. Eres un privilegiado.