...Que te quiero verde.

A veces se discute sobre si estaríamos capacitados para comunicarnos con algún tipo de inteligencia extraterrestre de llegarlas a encontrar. Pero llevamos conviviendo miles de años con millones de criaturas a las que despreciamos e incluso desconocemos totalmente.

Para mí el caso más sangrante es el de las plantas, las plantas son tenidas actualmente por seres inferiores, por supuesto sin la capacidad de sentir ni mucho menos pensar, ni siquiera de relacionarse para aun muchos de nosotros, como en ese invento yanki relativamente reciente que son los veganos, que defienden a los animales, pero sitúan a la plantas en un segundo orden, al que sus conciencias no permiten que se les otorgue la capacidad de sufrir, puesto que en ese caso, tendrían que abandonar su mundo de maripositas y nubes de algodón, en el que ellos son los destinados a salvaguardar la ética y la nobleza humana.. tal como ellos las entienden.
Todo lo contrario de lo que en otro tiempo o en otras culturas que consideramos primitivas y no evolucionadas, en las que se tenía a animales y plantas por iguales e incluso en algunos casos, y no sin razón, por seres muy superiores o hasta dioses.

El 90% de la masa viva del planeta esta formado por plantas, ellas lo colonizaron millones de años antes de que si quiera existiésemos y son los únicos organismos imprescindibles para la continuidad de la vida del resto de especies, incluida por supuesto la forma parasitaria que representa la nuestra.

Dentro del reino vegetal tenemos a los organismos de mayor masa que jamás han existido, al igual que los más longevos, con individuos vivos que cuentan miles de años.

Las plantas proporcionan el oxigeno, aseguran el ciclo del agua, regeneran la materia orgánica y son el primer e imprescindible escalón en la cadena alimenticia, ya que solo los vegetales pueden elaborar su propio alimento a partir de materia inorgánica.

A pesar de todo esto, aun ponemos en duda incluso si están realmente vivas o si son capaces de sentir por que no entendemos más allá de aquello que nosotros definimos como sentidos, rechazando cualquiera que no poseamos o seamos capaces de identificar "científicamente" de forma incuestionable.

La religión, como no, de nuevo a tomó parte en la discriminación y menosprecio de determinados seres vivos y si en otra época se dudaba de si las mujeres tenían alma, a día de hoy, son mayoría los que ven a las plantas como seres inferiores, a pesar de poseer unas capacidades que aun no hemos terminado de comprender ni descubrir, el genoma de un simple grano de arroz es mucho más rico y complicado que el de cualquier mamífero, humanos incluidos, no olvidemos que llevan aquí millones de años más que nosotros.