Gran hermano, Te estamos vigilando.

“Al construir una sociedad narcisista en donde todos están preocupados por sí mismos, la población no se levantará por nada ni nadie; y así el gobierno dominará a cada individuo directamente" Bertand Russell

Tras este pensamiento, se esconde la clave de la manipulación a la que estamos constantemente sometidos y que nos lleva a un aislamiento social, a una falta absoluta de solidaridad y a una destrucción de la familia y del propio individuo.

La actual crisis de valores está inducida por el sistema para perpetuarse de un modo terrible, por encima de  todos nosotros y es el paso previo e imprescindible para crear la crisis económica que pretende justificar el secuestro de derechos y esclavizamiento de la sociedad.

El individuo es apartado en su más temprana  infancia del núcleo familiar, impidiendo que le sean inculcados los valores familiares así como el sentirse arropado y protegido por su entorno familiar.
Despojado de ese vínculo, se le ofrece una alternativa antinatural, a la que se van sumando valores que los van destruyendo como persona y como individuo. Convirtiéndonos en depredadores, psicópatas incapaces de sentir ninguna empatía por nuestros semejantes, a la vez que somos incapaces de cuestionar ninguno de los dogmas sociales.
La mujer es animada a "liberarse del yugo maternal" y a trabajar (producir), como único medio para autorealizarse.

Al hombre desde cada vez más temprana edad, (y cada vez más a la mujer también) le presentan como naturales las adicciones al sexo, el alcohol y otras drogas de control social.
Se organizan conciertos musicales y eventos religiosos y deportivos multitudinarios sufragados en última instancia por el estado a modo de subvenciones "culturales".
Una tecnología costosa e inútil sustituye los conocimientos tradicionales, a la vez que nos obliga a especializarnos hasta el punto de desconocer completamente el resto de disciplinas.
Se nos mantiene en un estado de enfermedad crónica a través de la propia alimentación y el entorno tóxico en el que vivimos

Se ofrece una constante  propaganda a través de los medios de "información", apoyada por la INDUSTRIA del cine y la propia televisión, que nos ofrecen unos modelos a seguir basados en unos estereotipos perversos y anti-humanos.

Al fin, tenemos una sociedad tecnificada, desinformada y medicalizada, formada por seres grises y distantes cuyo único fin existencial es producir y consumir, alimentando a una élite que piensa por ellos y los dirige en su propio y único benefício.