3/9/12

De casta le viene al minero.

En 1934, durante la segunda república, el gobierno en manos de Lerroux incorporó a varios ministros de derecha, provocando la unión en su contra de los partidos y sindicatos de izquierda y una insurrección en diversas zonas del país como Cataluña, el País Vasco y, principalmente Asturias, donde los mineros con la unión de la CNT y socialistas, consiguieron organizar una autentica revuelta popular, tomando edificios públicos y desarmando comisarías y cuarteles y llegando incluso a proclamar en algunas localidades un régimen socialista.

La reacción por parte del gobierno, pretendió ser ejemplarizante siendo completamente brutal y desproporcionada. Se colocó al joven y anti republicano, general Franco al mando de las operaciones, desplazando a 18.000 soldados de África que reforzarían los ya movilizados de León, Galicia y Santander. La actuación del Ejercito colonial fue especialmente cruel estando centrada en la población civil, incluso sobre aquellos que nada tenían que ver con la insurrección.

Finalizó así la breve insurrección que por unos pocos días supuso la última revolución social de occidente.

 

La cosa ha cambiado mucho hoy día; Ahora no les hace falta traer a los regulares.


10 comentarios:

  1. Los mineros siguen siendo casi iguales, pero entonces UGT y el PSOE apoyaron la revolución, y hoy ambos son maporreros de los grandes empresarios y banqueros.

    Un ejemplo el de la lucha minera, que, al contrario que sus supuestos representantes, no se venden al mejor postor.

    Saludos

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    1. Es que no es lo mismo tener el poder que pretenderlo.

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  2. Una labor honrosa difundir estos vídeos.

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  3. Otro gallo cantaría si el corporativismo de la minería se extendiese al resto de gremios.

    Anónimo, antes de expresar semejantes palabras deberías argumentarlas. Más que nada por aquello de la credibilidad.

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