..Somos anarquistas por un sentimiento que es la fuerza motriz de todos los verdaderos reformadores sociales y sin el cual nuestro anarquismo sería una mentira o un sinsentido.
Este sentimiento es el amor por los hombres, es el hecho de sufrir por los sufrimientos ajenos.
Si como, no puedo comer a gusto al pensar que algunos mueren de hambre;
si compro un juguete para mi hijo y me alegro de su felicidad, mi alegría se amarga al ver ante el escaparate niños con los ojos anhelantes que podrían ser felices con un títere de dos reales y no pueden tenerlo;
si me divierto, mi espíritu se entristece al recordar que en prisión gimen muchos seres humanos;
si estudio o realizo algún trabajo que me gusta, siento algo así como un remordimiento al pensar que tantos hombres con mayor ingenio que yo están obligados a desperdiciar su vida en una ocupación alienante, muchas veces inútil o perjudicial.
Puro egoísmo, como veis, pero un egoísmo al que otros llaman altruismo, y sin el cual, como quiera que se le llame, es imposible ser realmente anarquistas.
El odio a la represión, el deseo de ser libre y de poder expresar la propia personalidad en toda su magnitud no bastan para hacer de alguien un anarquista. La aspiración a la libertad ilimitada, si no va acompañada del amor por los hombres y del deseo de que todos los demás disfruten de igual libertad, puede dar rebeldes, pero no basta para dar anarquistas: rebeldes que, si les basta con la fuerza, se convierten en seguida en explotadores y tiranos.
Errico Malatesta
-Umanità Nova-, 16 de septiembre de 1922,
No conocía a este hombre. Me interesaré por él.
ResponderEliminarDecir que la CNT durante la aciaga II República tenía afiliados a unas 500.000 personas y podía llegar a convocar a casi 2.000.000 de personas. Tal era su magnitud. La CNT fue quizá el único movimiento que comprendió el mundo rural y al campesinado. El resto de las fuerzas, fueron poco más que izquierdas puramente reaccionarias que tan sólo querían una sociedad con más y más bienes materiales.
El "amor por los hombres" sería quizá en los momentos presentes la antítesis del modelo imperante, el "odio a todo y hacia todos". Es premisa necesaria cambiar esto si queremos construir una sociedad nueva, auto-gestionada y más que con libertad ilimitada, con libertad posible, elegida y realizada por convicción interior. Una sociedad de la verdad posible, de la moral, de la ética. Una sociedad que desprecie el consumo, el dinero y la propiedad privada.
Nos han hecho asociar anarquismo con "terrorismo", "pistolerismo", "caos" y bla bla bla. Pero no debemos caer en el engaño. Los terroristas son ellos.
¿Cómo conseguimos amar la libertad como la amaban todos esos grandes hombres, por encima de cualquier cosa, incluso de la vida misma?, ¿cómo conseguimos amar a los demás, cuando desde pequeños nos han enseñado a competir, a despreciar, a burlarnos del otro, a ver sólo lo negativo de los demás?, ¿cómo conseguimos regenerarnos como seres humanos que no saben comunicarse, ni relacionarse, ni compartir? Esta es nuestra gran tarea. Quien tenga respuestas que las comente.
Saludos.
Pues un buen principio creo que es conocer a todos estos personajes históricos que en gran medida se pretende ocultar, y cuyos mensajes se pretende distorsionar.
EliminarComo dices, la anarquía, muy lejos de lo que es, es presentada como algo bárbaro, de igual modo, el capitalismo y el propio estado, son presentados como las mejores y únicas formas de organización social perdurables.
Amén, Piedra.Gracias por compartir las palabras de un grande.
ResponderEliminar"Hay anarquistas que prevén y preconizan otras soluciones, otras formas futuras de organización social; sin embargo, ellos quieren, como nosotros, destruir el poder político y la propiedad individual: quieren, como nosotros, que la organización de las funciones sociales se haga espontáneamente, sin delegación de poder y sin gobiernos; como nosotros, quieren combatir a todo trance y sin tregua hasta la completa victoria; ellos son compañeros y hermanos nuestros"
ResponderEliminarErrico Malatesta
Un brillante teorico del anarquismo que nunca olvido que lo importante es la practica diaria y la lucha cotidiana.
Saludos
Me parece muy interesante todo lo que cuentas amigo Piedra, creo que tengo que darte la razón en este escrito que has publicado. Por otra parte, hay quien no es anarquista y suele dar caridad para que se les quede la consciencia tranquila de que ellos que tienen más, pueden dar una pequeña limosna y así ganarse "el cielo".... pasa muchas veces por desgracia, y cuando lo veo me da rabia, pero el mundo mientras no cambie seguirá así.
ResponderEliminarMIentras unos cuantos si que luchan por la igualdad de oportunidades, pero se tiene que hacer piña y eso a veces es difícil. Muy buena entrada!! feliz semana Piedra, por cierto me reí con tu comentario!. Gracias. Un abrazo.