Para cambiar el sistema primero tenemos que salir de él, no se puede luchar contra la injusticia gritando y dejándose apalear por la policía, mientras alguien lo grava en un caro teléfono para que quede constancia. Sería más práctico no haber comprado ese teléfono, del que una parte, paga a ese gorila que te apalea.
Manifestarse o protestar un día, no sirve de nada si no somos conscientes de lo que queremos y si no estamos dispuestos a sacrificar lo necesario para que aquello que pedimos pueda llevarse a cabo.
No podemos pedir cambios, somos nosotros los que tenemos que cambiar y hacer individualmente que el sistema cambie. (Individualmente pero todos con un mismo objetivo).
Debemos además tener la suficiente consciencia política para no temer que nos identifiquen con determinados ideales. Más allá de etiquetas, la lucha de clases jamás podrá llevarse a cabo desde la derecha política ni desde el culto al estado, ni sin comprender que es la política la que controla la vida pública y que debemos implicarnos sin delegar nuestras obligaciones en otros.
El vídeo tiene tiempo, pero es perféctamente aplicable a la actualidad.
El chico tiene casi toda la razón. Aunque la solución individual puede ser necesaria, pero para nada suficiente. Mientras los colectivos esten llenos de gentes que siguen comprando la oferta artificial del sistema, trabajando sumisamente o pensando como dice la tele, da igual cuantas movilizaciones se hagan. Y ese realmente es el gran problema de los movimientos de izquierda occidentales, llenos de niños caprichosos que quieren vivir mejor solamente para comprar y gastar mas. Pero nunca será suficiente, porque sin que esa opción individual se extienda y se organice (organizacion no significa siempre perdida de la individualidad), el sistema siempre tendrá armas poderosas para seguir perpetuandose. Posiblemente en el futuro, si las cosas no cambian, el chaval no podra hacer sus joyitas por su cuenta sin pagar impuestos, o si de repente tiene una enfermedad cronica, tendra que recurrir al sistema, porque mientras este no sea derribado (porque caer solo me temo que es una idea muy bonita pero poco real) tendrá la sartén por el mango (mas allá de esfuerzos individuales y aislados).
ResponderEliminarSaludos
Eso es lo que yo entiendo que dice este hombre, que para cambiar las cosas hay que empezar cambiando nuestra forma de vida, si lo hace uno solo, no sirve de mucho, pero si lo hacemos todos, (una gran mayoría), será efectivo y no derrocaremos nada, simplemente, cambiará. ( a mejor por supuesto).
EliminarLo que tampoco podemos pretender es hacer cambiar a la gente porque yo crea que mi opción es la más válida,yo camino hacia un horizonte que creo acertado y que me hace sentir bien,a quien me pregunta le puedo explicar,pero creo que no es adecuado creerme en posesión de la verdad y obligar a nadie a caminar hacia donde no está convencido de ir.Hay quien se toma el ateísmo por la tremenda y es tan peligroso como un religioso integrista,no quiero ni a los unos,ni a los otros.Si cambiamos a nivel individual,cambiaremos a nivel colectivo;a la inversa no lo veo factible nada más que con tiranía.Un saludo.
ResponderEliminarMuy de acuerdo contigo, Anónimo.
EliminarPor supuesto, no se puede imponer algo como esto. Debe convencerse pero venciendo la educación en con traque recibimos desde que nacemos.
EliminarYo también considero a los pseudoescépticos y "ateos" como unos integristas que pretenden imponer sus creencias a los demás por la fuerza, aunque no sea de lo que se trata ahora en concreto.
Las revoluciones no las hacen la mayoría, nunca. Pretender cambiar a toda la "masa" es absurdo. El sistema puede caer o no. La revolución es una elección individual. Y además, de una minoría.
ResponderEliminarEl imperio romano cayó. Otros imperios cayeron a lo largo de la historia. El actual también caerá. O puede que no. Puede que dure "mil años". La historia no sigue ninguna regla establecida. La historia la hacen los seres humanos aunque luego la escriban los que vencen, que casi siempre son los "malos". Los buenos casi siempre han palmado. d
Pretender salir del sistema actualmente es casi imposible. Hay niveles, por supuesto. Cada uno puede ser más o menos esclavo. Eso lo decide uno mismo. El problema es que uno no puede ir solo por la vida. Dependemos de los demás. Está la opción de la montaña, en plan ermitaño. Pero ahí dejas de ser humano o así lo veo yo. Por lo tanto, el tema es muy complejo. Dependemos de los demás y ellos dependerán cuando llegue el momento sólo de unos pocos grandes hombres.
Mejor me voy a dormir. Suerte.
Es lo que decía en el anterior comentario, no se puede imponer por la fuerza, pero quizás si que hay que usar, a veces, la fuerza para luchar contra los que te impiden pensar o actuar libremente.
EliminarNo es imponer a la mayoría, pero intentar que esa mayoría tenga libertad real para escoger por sí misma, no guiada por unos intereses ajenos a ella, en los que es adoctrinada dese su nacimiento.
¡No mames wey! Animando a la gente a dejar de trabajar, ¿y quién la va a alimentar?... ¿Él con su artesanía?
ResponderEliminarPor lo menos si dijera que se dedica a producir alimentos o algo útil...
No es tan sencillo acabar con el sistema así, porque gracias a la globalización y a la superpoblación, si la gente de un sitio se pone de acuerdo para dejar de trabajar para el sistema, se traen en seguida trabajadores nuevos de fuera. Esto aparece ya en "Germinal", de Emile Zola.
Este en su caso particular ha optado por eso, pero como no se debe generalizar, cada cual optará por lo que deseé. Como dices es necesario un trabajo que te permita vivir al margen del sistema si es que pretendes abandonarlo, pero hay muchas formas y niveles de conseguirlo, creo que este hombre solo es uno de muchos ejemplos, no se trata tanto de acabar con el sistema, si no de demostrar que se puede salir de él, o al menos no ser totalmente dependiente.
EliminarHay que hacer acciones individuales, si..Pero esto que expresa el del video es demasiado exagerado. Si todos dejamos de trabajar, estudiar..solucionariamos o cambiariamos el sistema?.Lo primero: la incultura es la base principal de la ignorancia. Y de la ignorancia a la indigencia hay un paso. Podemos aportar nuestro granito de arena?, si..para cambiar el sistema, hay muchas maneras. Pero eso que dice es pura demagogia.
ResponderEliminarSaludos.
NO mujer, no trabajar, no aprender... no se trata de eso, se trata de no al trabajo asalariado, no a la cultura institucionalizada, no a las leyes del país en que te ha tocado vivir.
EliminarSe puede trabajar por cuenta ajena (el que pueda), se puede estudiar y formarse de forma autodidacta, aunque al final no tengas un título oficial que te lo reconozca y que te permita un reconocimiento por el sistema (de eso se trata), se puede ser honrado y decente sin acatar las leyes que accidentalmente te han tocado por nacimiento, no aceptar la pena de muerte si está permitida por ejemplo o negarse a ingresar en el ejercito si es obligatorio.
Todo depende de que profundices un poco más en lo que dice y que olvides las respuestas típicas de los adoctrinados que viven del sistema.
Efectivamente, es por ello que hoy en día la ignorancia esté tan generalizada en la sociedad. Una sociedad que ya se encuentra en la indigencia, en parte física y sobre todo, moral. Una educación OBLIGATORIA no te puede proporcionar nada, excepto adoctrinamiento. El conocimiento no puede ser impuesto. Y más cuando lo único que nos cuentan son mentiras y chorradas. El conocimiento ha de ser buscado y amado por cada uno.
ResponderEliminarMás que dejar de trabajar lo primero que hay que hacer es identificar al enemigo. Esa es mi opinión. De un lado, tenemos un enemigo interior muy poderoso que nos intentará obligar a mantener el statu quo. Del otro, tenemos un enemigo exterior, la coerción impuesta por el sistema de dominación.
Piedra tiene razón. Las clases te vuelven tonto. Esa es mi experiencia. Yo siempre que he aprendido lo hice y lo sigo haciendo por mi cuenta. Tenemos mucho más potencial del que nos creemos. Lo único es que en el colegio nos hicieron creer que no valiamos para nada, que no podíamos hacer nada. Nos educaron para ser unos inútiles. Pero somos mucho más. En cada uno de nosotros convive un genio, un artista, un poeta, un filósofo, un pensador, un músico, lo que nos propongamos. Ellos saben del potencial del ser humano, por eso nos destruyen la inteligencia lo más pronto posible.
Hay algo cierto: una política radical requiere de una respuesta radical. Permenecer abonados a la moderación mientras 243 personas, de media, ingresan cada día en los diversos hospitales del país tras haber intentado quitarse la vida por razones asociadas a la crisis, es un disparate. No se trata de quemar contenedores ni partirle la boca a un madero. Consiste en recrudecer la protesta con más unión y organización. Ganar, en definitiva, en concienciación.
ResponderEliminarSi, pero... si esas 243 personas en lugar de intentar suicidarse, intentasen ajusticiar a un ladrón o a un asesino a sueldo del estado, la cosa tomaría otro color.
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