De cualquier forma debería entenderse como un atentado y una amenaza a la libertad individual, que se pretende imponer desde la propia sociedad afectada, ya que es la propia población aterrorizada y perversamente mal informada, la que pedirá que se la "proteja" y obligará a los más críticos a que acaten las medidas irracionales que se tomen.
Históricamente todas las epidemias han sido vencidas por la higiene, la mejora de la alimentación y las condiciones de vida. En un mundo favelizado que se encamina a ser una granja de producción intensiva, es necesaria la implantación de un sistema médico-veterinario que garantice la salud mínima necesaria para que al ganado humano le de tiempo a ser productivo y no muera por la falta de higiene y hacinamiento, cuando no se trate de fines aun más oscuros de los que ya nadie puede pensar que son paranoias, pues los propios mass mierda se hacen eco, sabedores de la impunidad de sus amos.
Defender hoy día la vacunación masiva, es allanar el camino de los globalistas y condenarnos a la masificación de la esclavitud, así como a la total destrucción de los modos de vida tradicionales, menos rentables a la élite y menos dóciles a su control.
Pero sobre todo es negar la libertad de elección individual, cuando esta no sucumbe al miedo generado por los mass mierda, apoyados por un populacho cobarde y desinformado que ni siquiera cumple con los preceptos de su propia fe.
Copi-pega de movimiento político de resistencia
'En materia de salud pública la verdad no es siempre lo más importante'
Juan Manuel Olarieta
A diferencia de las facultades universitarias actuales, imbuidas de
ideología anglosajona, el materialismo dialéctico ofrece una ventaja
insuperable porque explica los conceptos científicos tal y como son: de
una manera histórica. El materialismo dialéctico ha quedado casi como la
única corriente que defiende que la historia de la ciencia forma parte
de la ciencia misma. Por el contrario, el positivismo está erradicando
de las facultades universitarias las disciplinas históricas: historia de
la física, historia de la biología, historia de la farmacia, etc. De
esta manera la ciencia es como una moda: hay que estar a la última, a lo
más reciente, porque lo nuevo incorpora en su seno a lo viejo.
El origen de esta tara es que se ha tomado a la física como la ciencia por antonomasia y la física es una disciplina que ignora una de las categorías fundamentales de cualquier ciencia: el tiempo. Basta leer a Newton para darse cuenta de que apenas menciona al tiempo, a pesar de que el tiempo es una de las magnitudes básicas de la mecánica. Pero hay algo aún peor: en las pocas ocasiones en que Newton se refiere al tiempo, lo hace de una manera errónea, que posteriormente se traslada a la teoría de la relatividad, donde las explicaciones acerca del tiempo están repletas de absurdos: continuo espacio-temporal, la cuarta dimensión, viajes en el tiempo, etc.
A diferencia de la mecánica, el tiempo desempeña un papel primordial en cualquier otro ámbito. Por ejemplo, para las personas el tiempo es su biografía, para las sociedades el tiempo es su historia, para la biología es la teoría de la evolución, e incluso en la geología el tiempo ha llegado a ser una parte integrante de su disciplina. En fin, el tiempo ha inundado las ciencias en una batalla permanente contra la mecánica porque el tiempo es todo lo contrario: dialéctica, movimiento y cambio.
Pero la ciencia no sólo explica los cambios, la evolución y la historia sino que en sí misma es cambiante y, por lo tanto, se debería explicar de esa misma manera: como un desarrollo cambiante de los conceptos, de las teorías y de las corrientes mutuamente enfrentadas que la transforman.
Es posible que haya muchos que crean -erróneamente- que los médicos son los únicos profesionales que estudian las enfermedades. Pero -como todo- las enfermedades son esencialmente historia y los historiadores lo saben bien porque enfermedades conocidas como la “peste negra”, por ejemplo, han desempeñado un papel de cierta relevancia en la historia de las sociedades. Sin embargo, para analizar las enfermedades los historiadores no han mirado por el microscopio en busca de virus o bacterias, sino que han tenido en cuenta factores de otro tipo, como el hambre, el urbanismo, la alimentación, el comercio, la carestía, la meteorología, la agricultura, la ganadería, etc.
Si algún médico tuviera la paciencia de leer un “anticuado” tratado sobre la epidemia de cólera de 1883 en España (1) se llevaría muchas sorpresas. Hoy a un médico le resultaría difícil explicar por qué dicha epidemia afectaba a los barrios pobres y no a los barrios ricos. ¿No es el cuerpo humano igual para todos? Si ya es difícil acudir a una facultad de ciencias económicas y escuchar algo relativo a las clases sociales, en medicina eso es tarea imposible. Como máximo uno puede encontrar algún departamento, convenientemente aislado, en el que estudian “medicina del trabajo” y enfermedades típicas de los mineros, como la silicosis, que no se pueden ocultar. También es posible que encuentre manuales descatalogados, como el de Renzo Ricchi (2), cuidadosamente escondidos.
Pongamos otro ejemplo “histórico”: el carbunco, al que hoy llaman ántrax, una enfermedad que actualmente ha remitido, no por ningún antibiótico ni vacuna, sino por el desarrollo de las fuerzas productivas, la modificación de los sistemas de producción fabriles, la sustitución de la lana como materia prima textil por los productos sintéticos, la fabricación de colchones de muelle o el retroceso de la economía pastoril y ganadera. Es la típica enfermedad que apareció por las fuerzas productivas y desapareció por el mismo motivo.
Antes de que Koch y Pasteur impulsaran la medicina moderna, en Inglaterra la enfermedad de los trabajadores textiles por carbunco promovió en 1880 la promulgación de las normas Bradford para la manipulación de las balas de lana, que exigían tomar precauciones y modificar las condiciones de manipulación de la materia prima (3). En los centros de trabajo donde las normas Bradford se implantaron, los casos de carbunco entre los obreros desaparecieron. Si la desaparición no fue completa, se debió a que hubo capitalistas que no las aplicaron, normalmente porque encarecían o complicaban los procesos productivos en los talleres. En 1921 la Oficina Internacional del Trabajo celebró en Ginebra una reunión sobre el carbunco, de donde surgieron medidas que seguían teniendo relación con las condiciones de trabajo más que con remedios de tipo médico.
A los talibanes de la medicina moderna les gusta asegurar que las vacunas son inocuas y que han salvado muchos millones de vidas. A todos los fantoches les gusta presumir de lo que carecen. Hablan de sus éxitos y no de sus fracasos. La historia dice algo bien distinto. Por ejemplo, el carbunco del que acabo de hablar es también una enfermedad de las ovejas. A medida que se empezó a vacunar al ganado contra el carbunco, las quejas de los ganaderos se amontonaron sobre la mesa de Pasteur:
“Las ovejas morían de carbunco; pero no de la enfermedad natural adquirida en los campos contaminados, sino de carbunco producido por las mismas vacunas que debían salvarlas. De otros lugares llegaban también noticias alarmantes: las vacunas que habían costado tanto dinero, no surtían efecto; ganaderos que después de vacunar rebaños enteros se habían acostado dando gracias a Dios por la existencia de Pasteur, una mañana encontraban los campos cubiertos de ovejas muertas; ovejas que debiendo quedar inmunizadas, habían muerto víctima de las esporas de carbunco escondidas en los pastizales. Pasteur empezó a odiar las cartas; hubiera querido taparse los oídos para no percibir los comentarios irónicos que por por todas partes surgían y, por último, sucedió lo peor que podía suceder: aquel alemán molesto Koch, publicó un informe científico, frío y terriblemente exacto, en que dejó comprobado que la vacuna anticarbuncosa no tenía ningún valor práctico” (4).
Si cambiamos de tercio y en lugar de ovejas empezamos a hablar de personas, el relato puede llegar a ser espeluznante y resulta verdaderamente repugnante que nadie hable de ello en una facultad universitaria, e incluso que los ignorantes hagan alarde de su estulticia.
La vacuna contra el carbunco resultaba tan peligrosa que algunos países restringieron su utilización sólo para el ganado. Aunque posteriormente fue mejorada, es decir, lograron que fuera menos dañina, la vacuna siempre fue un fracaso, si bien “en este terreno la verdad no es siempre lo más importante”, dice cínicamente Kruif. Gracias a que, incluso en materia de salud pública, la verdad no es lo más importante, la vacunación contra el carbunco se impuso por decreto en varios países y Pasteur guardó silencio porque el volumen de negocio crecía de manera espectacular. Entonces dejó de ser una cuestión veterinaria para transformarse en economía y en política: capitalismo en estado puro.
Pero para enterarse de ello hay que hacer algo que en las facultades de veterinaria tampoco enseñan: leer viejos artículos de revistas descatalogadas. Es otra sorprendente faena porque es posible que más de uno vea clases y lucha de clases hasta en la veterinaria, en el ganado. Sencillamente alucinante.
El origen de esta tara es que se ha tomado a la física como la ciencia por antonomasia y la física es una disciplina que ignora una de las categorías fundamentales de cualquier ciencia: el tiempo. Basta leer a Newton para darse cuenta de que apenas menciona al tiempo, a pesar de que el tiempo es una de las magnitudes básicas de la mecánica. Pero hay algo aún peor: en las pocas ocasiones en que Newton se refiere al tiempo, lo hace de una manera errónea, que posteriormente se traslada a la teoría de la relatividad, donde las explicaciones acerca del tiempo están repletas de absurdos: continuo espacio-temporal, la cuarta dimensión, viajes en el tiempo, etc.
A diferencia de la mecánica, el tiempo desempeña un papel primordial en cualquier otro ámbito. Por ejemplo, para las personas el tiempo es su biografía, para las sociedades el tiempo es su historia, para la biología es la teoría de la evolución, e incluso en la geología el tiempo ha llegado a ser una parte integrante de su disciplina. En fin, el tiempo ha inundado las ciencias en una batalla permanente contra la mecánica porque el tiempo es todo lo contrario: dialéctica, movimiento y cambio.
Pero la ciencia no sólo explica los cambios, la evolución y la historia sino que en sí misma es cambiante y, por lo tanto, se debería explicar de esa misma manera: como un desarrollo cambiante de los conceptos, de las teorías y de las corrientes mutuamente enfrentadas que la transforman.
Es posible que haya muchos que crean -erróneamente- que los médicos son los únicos profesionales que estudian las enfermedades. Pero -como todo- las enfermedades son esencialmente historia y los historiadores lo saben bien porque enfermedades conocidas como la “peste negra”, por ejemplo, han desempeñado un papel de cierta relevancia en la historia de las sociedades. Sin embargo, para analizar las enfermedades los historiadores no han mirado por el microscopio en busca de virus o bacterias, sino que han tenido en cuenta factores de otro tipo, como el hambre, el urbanismo, la alimentación, el comercio, la carestía, la meteorología, la agricultura, la ganadería, etc.
Si algún médico tuviera la paciencia de leer un “anticuado” tratado sobre la epidemia de cólera de 1883 en España (1) se llevaría muchas sorpresas. Hoy a un médico le resultaría difícil explicar por qué dicha epidemia afectaba a los barrios pobres y no a los barrios ricos. ¿No es el cuerpo humano igual para todos? Si ya es difícil acudir a una facultad de ciencias económicas y escuchar algo relativo a las clases sociales, en medicina eso es tarea imposible. Como máximo uno puede encontrar algún departamento, convenientemente aislado, en el que estudian “medicina del trabajo” y enfermedades típicas de los mineros, como la silicosis, que no se pueden ocultar. También es posible que encuentre manuales descatalogados, como el de Renzo Ricchi (2), cuidadosamente escondidos.
Pongamos otro ejemplo “histórico”: el carbunco, al que hoy llaman ántrax, una enfermedad que actualmente ha remitido, no por ningún antibiótico ni vacuna, sino por el desarrollo de las fuerzas productivas, la modificación de los sistemas de producción fabriles, la sustitución de la lana como materia prima textil por los productos sintéticos, la fabricación de colchones de muelle o el retroceso de la economía pastoril y ganadera. Es la típica enfermedad que apareció por las fuerzas productivas y desapareció por el mismo motivo.
Antes de que Koch y Pasteur impulsaran la medicina moderna, en Inglaterra la enfermedad de los trabajadores textiles por carbunco promovió en 1880 la promulgación de las normas Bradford para la manipulación de las balas de lana, que exigían tomar precauciones y modificar las condiciones de manipulación de la materia prima (3). En los centros de trabajo donde las normas Bradford se implantaron, los casos de carbunco entre los obreros desaparecieron. Si la desaparición no fue completa, se debió a que hubo capitalistas que no las aplicaron, normalmente porque encarecían o complicaban los procesos productivos en los talleres. En 1921 la Oficina Internacional del Trabajo celebró en Ginebra una reunión sobre el carbunco, de donde surgieron medidas que seguían teniendo relación con las condiciones de trabajo más que con remedios de tipo médico.
A los talibanes de la medicina moderna les gusta asegurar que las vacunas son inocuas y que han salvado muchos millones de vidas. A todos los fantoches les gusta presumir de lo que carecen. Hablan de sus éxitos y no de sus fracasos. La historia dice algo bien distinto. Por ejemplo, el carbunco del que acabo de hablar es también una enfermedad de las ovejas. A medida que se empezó a vacunar al ganado contra el carbunco, las quejas de los ganaderos se amontonaron sobre la mesa de Pasteur:
“Las ovejas morían de carbunco; pero no de la enfermedad natural adquirida en los campos contaminados, sino de carbunco producido por las mismas vacunas que debían salvarlas. De otros lugares llegaban también noticias alarmantes: las vacunas que habían costado tanto dinero, no surtían efecto; ganaderos que después de vacunar rebaños enteros se habían acostado dando gracias a Dios por la existencia de Pasteur, una mañana encontraban los campos cubiertos de ovejas muertas; ovejas que debiendo quedar inmunizadas, habían muerto víctima de las esporas de carbunco escondidas en los pastizales. Pasteur empezó a odiar las cartas; hubiera querido taparse los oídos para no percibir los comentarios irónicos que por por todas partes surgían y, por último, sucedió lo peor que podía suceder: aquel alemán molesto Koch, publicó un informe científico, frío y terriblemente exacto, en que dejó comprobado que la vacuna anticarbuncosa no tenía ningún valor práctico” (4).
Si cambiamos de tercio y en lugar de ovejas empezamos a hablar de personas, el relato puede llegar a ser espeluznante y resulta verdaderamente repugnante que nadie hable de ello en una facultad universitaria, e incluso que los ignorantes hagan alarde de su estulticia.
La vacuna contra el carbunco resultaba tan peligrosa que algunos países restringieron su utilización sólo para el ganado. Aunque posteriormente fue mejorada, es decir, lograron que fuera menos dañina, la vacuna siempre fue un fracaso, si bien “en este terreno la verdad no es siempre lo más importante”, dice cínicamente Kruif. Gracias a que, incluso en materia de salud pública, la verdad no es lo más importante, la vacunación contra el carbunco se impuso por decreto en varios países y Pasteur guardó silencio porque el volumen de negocio crecía de manera espectacular. Entonces dejó de ser una cuestión veterinaria para transformarse en economía y en política: capitalismo en estado puro.
Pero para enterarse de ello hay que hacer algo que en las facultades de veterinaria tampoco enseñan: leer viejos artículos de revistas descatalogadas. Es otra sorprendente faena porque es posible que más de uno vea clases y lucha de clases hasta en la veterinaria, en el ganado. Sencillamente alucinante.
(1) Philip Hauser: Estudios epidemiológicos relativos a la etiología y profilaxis del cólera, Madrid, 1887.
(2) La muerte obrera. Investigación sobre los homicidios blancos y los accidentes de trabajo, Madrid, 1981.
(3) P.W.J.Bartrip: The Home Office and the dangerous trades. Regulating occupational disease in victorian and edwardian britain, Nueva York; Chris Holmes: Spores, plagues and history. The story of anthrax, Durban, Texas, 2003.
(4) Paul de Kruif: Cazadores de microbios, México, 2010, pg.161.
(2) La muerte obrera. Investigación sobre los homicidios blancos y los accidentes de trabajo, Madrid, 1981.
(3) P.W.J.Bartrip: The Home Office and the dangerous trades. Regulating occupational disease in victorian and edwardian britain, Nueva York; Chris Holmes: Spores, plagues and history. The story of anthrax, Durban, Texas, 2003.
(4) Paul de Kruif: Cazadores de microbios, México, 2010, pg.161.
Aquí te dejo este enlace que tal vez te interese:
ResponderEliminarhttp://mistyciencia.blogspot.com.es/2015/01/la-extraordinaria-sangre-del-cangrejo.html
Pobres bichos, cualquier cosa con tal de sacar beneficio. Parece que además si ese beneficio llega a través del sufrimiento o la muerte es el preferido por este mafia.
EliminarEsos mismos "supuestos" beneficios de obtienen de la plata coloidal, pero lo dicho, eso es barato e inofensivo: no interesa.
Madre mía, ¿solo el 15% de los cangrejos muere?.Me cuesta creerlo...qué pobres.
EliminarA mi también, más sabiendo que la sacan del corazón directamente.
EliminarDudo mucho que las vacunas tengan nanochips, lo que sí me parece pertinente es la obsesión por las epidemias, para esto vale preguntar:
ResponderEliminar¿por qué Boko Harama no ha muerto de ébola? ¿por que el Estado Islámico o Primero Comando Capital no se han muerto de mers?
Yo tampoco creo que tengan nanotecnología (aun), pero si que existe la posibilidad de que puedan tenerla.
EliminarComo dicen los rojazos del copi-pega, no es problema del sitio o la raza, sino de la miseria, porque si estudiásemos los casos de enfermedades infecciosas actuales en occidente, seguro que la mayoría se dan entre las clases más pobres. En el mundo la miseria tiende a extenderse, así que las infecciones aumentarán y creo que es lo que se está preparando.
Qué bueno Piedra.No podías entrar en Putinreloaded el otro día, ¿eh?.El caso es que, esto de las enfermedades es muy complejo, pues ahora por ejemplo, dicen que hay muchos casos de cáncer y antes no había, los alimentos están tratados con hormonas, colorantes,antioxidantes, piensos, se consume demasiado azúcar, bebidas carbonatadas, hay transgénicos...Antes los ricos, al parecer, tenían la gota, porque comían mucha carne, y los pobres enfermaban del mismo trabajo, de pasar hambre...estados de sitio... los bebés de abandono porque sus madres iban al campo, aunque quienes tenían la suerte de tener abuelas, estaban mejor situados... (esto último contado por mujeres de más de 80 años donde vivo).El caso es que nos dicen "sota, caballo y rey" y creemos que no hay más cartas.En el grupo de CNT AIT Facebook, (al parecer por mayoría en todas las asambleas de España) se censura el contenido, y me borró este vídeo quien dará una ponencia sobre el "racionalismo" en Zaragoza, con el siguiente "argumento" : "Hola, Síbaris. Soy uno de los administradores del grupo de Facebook de CNT. Hemos eliminado el siguiente enlace que has colgado en el grupo:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=9y5UYb3kgxc El motivo es que incluye afirmaciones anticientíficas y demostradamente falsas. La CNT no puede permitir que su buen nombre se vea empañado por afirmaciones que, de seguirse, perjudican la salud.
Un saludo." Entonces, le dije : ¿qué dice exactamente el acta sobre la política de CNT AIT Facebook en cuanto a contenido?.Sabes que no está bien personalizar y tú has personalizado.El grupo de facebook es de todos, y si se censura un contenido, tendrá que ser porque no se atiene a lo que se decidió en las asambleas y no a opiniones personales.Otra pregunta es ¿cuántos administradores hay en el grupo y porque tu estás de administrador?
Hace 2 horas
Hola, Síbaris. No pensaba contestarte, visto el giro que habías decidido tomar en esta conversación, pero ya que sigues dale que te pego, un par de cosas rápidas:
RESPUESTA DEL CENSOR : No veo cómo puede ser una cosa personal por varias razones. La principal es que tu enlace no es el primero de este tipo que se retira del grupo. Este criterio fue adoptado en la administración hace meses cuando fuimos asolados por una pequeña epidemia de enlaces a vídeos y artículos del estilo al tuyo.
Dices que el grupo es de "todos". No sé muy bien a qué te refieres. Si por "todos" te refieres a "todos los miembros del grupo", me temo que no estamos de acuerdo. En el grupo admitimos a todo el mundo, y sabemos positivamente que hay afiliados a, por ejemplo, la CGT y partidos políticos, por no hablar de que, como a nadie se le exige el carnet, en la mayoría de los casos ni siquiera sabemos si los miembros son afiliados o no. El grupo NO es una especie de foro para miembros (propuesta que, por cierto, fue elevada a pleno y rechazada por la organización). Es un espacio de debate, sí, pero si lleva el "sello" de CNT y consume recursos de CNT, hay que preocuparse de que, como mínimo, no sea un escaparate dañino para la organización. Ya ha habido (y sigue habiendo) otros grupos que llevan CNT en el nombre, hemos visto en qué esperpento han degenerado por la falta de moderación, y no queremos que se repita.
En cuanto a los administradores, puedes ver cuántos hay y quiénes son en la lista de miembros. Es un dato público. El grupo fue creado hace más de un año por la secretaría de prensa del secretariado permanente del comité confederal, que ha ido eligiendo a las personas de confianza que le ayudaran en la tarea, como se hace con todos los grupos de trabajo de las secretarías. Estas personas incluyen tres miembros del anterior SPCC (una de ellas, yo mismo) y están en contacto permanente para hablar de estas cuestiones."
En Putin, como en otros blogs me mandan al Spam, no se muy bien porqué, es de forma automática y es mosqueante. ME ha borrado varios mensages o los ha mandado a Spam y no se ha preocupado de recuperarlos, así que paso de volver a ponerlos.
EliminarDe CNT Zaragoza, ya he oído más de un comentario chungo, Rodrigo Mora en una charla que dio tuvo bastantes problemas, tengo la impresión de que esta llena de makarras fuma porros de esos para los que anarquía es quemar contenedores ...y que papá se entere y se lleve un disgusto.
Del vídeo, no se que dice de anti-científico, todo lo contrario, además perfectamente comprobable histórica y científicamente, estoy totalmente de acuerdo, pero se ve que estos censores anarko-porreros tienen que guardar su imagen de cara al estado, no sea que den mala imagen y les suspendan la carrera.
Ya, la ponencia será en Zaragoza, pero al ponente le conozco (más o menos), es de Valladolid, y yo estaba equivocada, pues esta decisión, NO SALE DE LAS ASAMBLEAS, sale de la ADMINISTRACIÓN CONFEDERAL. Sin embargo... ¿qué hace el grueso de CNT?. Mirar para otro lado, decir que hay cosas más importantes, que claro, el contenido tiene que ver con la CNT y esos temas de salud no tienen que ver...que es un tema personal entre el censor y yo... si bien hay más gente que como yo, está en contra de la censura, del cariz INQUISITORIAL que está tomando la "administración" ahora,(hay quien me dijo que me metiera en el Eliseo pues ahí se ve) ¿por qué la gente no entra en el Eliseo? ¿por qué dice que "no les interesa"? ¿que no les interesa lo de las EXPULSIONES porque "no saben cómo ha sido"?.Meterse en una organización que presume de democrática para estar igual de aborregados que con papá Estado (se le cambia al Estado por esa organización y...¡¡voilá!!) es un poco incongruente.
EliminarHe llegado a la conclusión, de que cuando me pregunten que qué tal la CNT, voy a decir que como sindicato está superior, pero nada más, o sea, ni es un espacio de debate,ni es tan democrático een cuestiones que no sean puramente sindicales, luego... debería llevar solo el color rojo en su bandera.
Yo estoy de acuerdo con l@s compañer@s de CNT Zaragoza.
EliminarMargarita: Es un problema puntual y personal, no creo que haya que meter de por medio al sindicato, ni para bien ni para mal. En parte entiendo que se filtre algo la información que se publica, pero en este caso no veo cual es el problema.
EliminarLoam: ¿Lo dices por lo de Rodrigo Mora o por lo del vídeo?, no me termino de enterar.
No voy a decir nada más, pero es que si me tapan la boca....¡¡REVIENTO!!.A Loam no le entiendo, no da argumentos.
EliminarPor otra parte, si no ves dónde está el problema...o te engañas a ti mismo, o qué se yo... Yo creo que la censura no está bien, y no es para que CNT se sienta orgullosa de ella, ni para que se sienta orgullosa de su... proselitismo inquisitorial.Este es el comentario de un amigo de CNT : "El proselitismo me molesta porque niega el camino del descubrimiento a los demás en base a la idea de que se tiene la verdad absoluta.A mi me va más discutir un tema q aceptarlo sin mas.Sin olvidar q cada afirmación tiene un amplisimo contexto a tener en cuenta".
EliminarAquí aporto un blog y ante lo que dice, yo pienso que hay que APRENDER, DESAPRENDER Y RE-APRENDER.Hay que HACERSE PREGUNTAS : Yo me pregunto.... ¿dónde están los virus y las bacterias? y...si forman parte de nosotros... ¿para qué las vacunas?
"No nos han explicado el porqué de tan alto número de portadores sanos alrededor del niño, pero los lectores deben conocer la siguiente realidad: todos los ciudadanos, tanto si están vacunados como si no, si se sometieran al test de portador de difteria (con cultivo biológico de los gérmenes de sus mucosidades) darían positivo en un 80 ó 90% de casos, como ha ocurrido en el entorno del niño de Olot, simplemente porque el bacilo diftérico con sus cuatro o cinco subespecies, son HABITANTES simbióticos y naturales de nuestras vías respiratorias y digestivas, es decir, son organismos que viven en simbiosis con nosotros realizando funciones, en su mayoría desconocidas. Esa realidad biológica es la que hace posible que toda la población viva con bacilos diftéricos pero sin sufrir enfermedad alguna."
Además, la vacuna de la difteria, al parecer tiene la TOXINA del vacilo, no el vacilo, luego... ¿qué le transmitieron al niño los portadores vacunados; la TOXINA?.Loam, respóndenos algo, venga, va....
http://saludypoder.blogspot.com.es/2015/07/caso-olot-reflexiones-criticas.html
Hola Margarita. Estoy dispuesto a responder lo mejor que pueda a cualquier pregunta clara y concisa que se me formule. Pero, torpe de mí, me pierdo en este maremágnum de dudas, certezas y opiniones contrapuestas.
EliminarHola Loam,¿torpe?¡¡no lo eres!!.Un poco... tuyo, cabezota.... Pregunta clara y concisa : ¿te parece bien que la administración se otorgue el papel de decidir qué es científico y qué no y aplique censura para evitar información alternativa y debate?
EliminarMe meto por medio solo para un inciso, Nadie puede decidir que es o que no es científico, eso está la margen de lo que nadie crea, lo será si se adapta al método adecuadamente, por tanto creo que lo que se trata es de que alguien decida que es políticamente correcto o no y si lo oficial, en ciencia también, es incuestionable mientras sea oficial, al margen de que sea correcto o no o que se demuestra la corrección de su contrario.
EliminarMargarita.
EliminarMi respuesta es NO. No me parece bien que NINGUNA administración se arrogue la potestad de decidir NADA. Como tampoco me parece bien que ninguna administración ni nadie decida arbitrariamente que es y que no es censura. Pero hay excepciones, según de qué administración se trate. Un colectivo libertario, por ejemplo, puede, de común acuerdo, claro, encomendar a una o a varias personas la administración de ciertas tareas concretas. Estas personas serán responsables ante el colectivo, y sus decisiones podrán siempre debatirse y aceptarse o rechazarse. Si (siempre de manera acordada) el colectivo decide debatir, pongamos por caso, sobre la vivienda y alguien, del colectivo o ajeno a él, se empeña en hablar de fútbol, aquellos y aquellas a quienes se ha asignado la administración de dicho debate pueden legítimamente retirarle la palabra sin incurrir en censura. Porque no se le está impidiendo que diga lo que quiere decir, sino instándole a que lo diga en el momento oportuno, momento que viene dado por las prioridades colectivamente acordadas.
Respecto al complejo tema de la ciencia -y sin que ello sea óbice para que más adelante, si se tercia, pueda exponer mi propio parecer- os dejo esta cita de Capi Vidal y el enlace de un interesante artículo suyo sobre esta cuestión. Salud!
"Tiene valor Mella señalando algo que ya haría Bakunin, el cómo la ciencia puede convertirse en dogma, y acaba paralizando la acción y la búsqueda de la verdad, al dudar en sus análisis y recurrir fácilmente a las generalizaciones y a la analogía. Para el anarquismo, la ciencia sería un cuerpo de conocimientos en perpetua formación y la filosofía no puede ser encastillada en ningún sistema ni escuela. Sensualismo, hedonismo, positivismo, idealismo... todas estas escuelas han influido sobre el anarquismo, pero son rechazables como sistemas cerrados de ideas. Mella parece apostar por el relativismo, tanto en su visión cosmogónica y de la teoría del conocimiento, como en los aspectos sociales: para la filosofía anarquista, no existe una verdad ni una justicia inmutable. Si tales nociones fueran absolutas, serían inválidas para el hombre, al ser éste incapaz de desarrollar los medios para descubrirlas y verificarlas. Dicho aserto de Mella parece remitir a Gorgias, sofista de la Antigua Grecia, pero ni a Mella ni al anarquismo se les podría acusar de utilizar un mero juego retórico, ni de caer de forma absoluta en el nihilismo o en el escepticismo. Lo que se está denunciando es una concepción absoluta de una idea, que lleva al hombre a una acción nula; se exige, insistiremos una vez más, su constante determinación y verificación. Los ideales serían la resultante experimental de cada momento, se asimilan los hechos del pasado y del presente con la capacidad de discernir lo erróneo y lo inicuo y eliminarlo. Se niegan la metafísica y la teología, ya que la vaguedades de los desconocido llevan a perder la noción de la realidad y constituyen un fuerte obstáculo para el desenvolvimiento de las facultades del hombre. La aparente diversidad de la sociedad actual, un relativismo basado en el "todo vale", y una banalización siempre presente, no deberían hacer perder el norte a unas ideas libertarias con mucho que decir en cuanto a expansión de la razón y del pensamiento, y con una confianza pertinaz en una ciencia no dogmática puesta al servicio de la humanidad."
Sobre la ciencia: http://reflexionesdesdeanarres.blogspot.com.es/2008/10/sobre-la-ciencia.html
Ves tu como cuando quieres te explicas. :-D
EliminarBien Loam.Lo malo es cuando se borran ciertos vídeos y comentarios, no porque el tema a debatir sea otro, sino porque es "basura" y puede "hacer daño".¿Seguro que eso se debatió en las asambleas, que ciertas ideas no puedan ser expresadas en las páginas?.Porque a mi nunca me hablaron de las asambleas, siempre me dijeron que la administración es la que decidió todo esto (que dicho sea de paso, la "democracia" asamblearia, es también la dictadura de la mayoría, aunque mejor eso que lo de siempre, claro...) .Quiero decir, que si a mi me han borrado el vídeo porque es lo que la inmensa mayoría piensa, pues entonces ya no digo nada, pero ha sido decisión de la administración, o sea, algo caciquil.
EliminarPiedra.... no te he entendido y mira que lo he intentado.
¿Que no entiendes?
EliminarLe digo a Loam que se ha explicado, no entro en quien tenga razón.
En cuanto a lo que tu dices te doy la razón desde el primer momento, está bien que te digan que no es el tema que toca, pero no que ese tema no se puede tocar, es lo que dije la primera vez.
Ahora sí te he entendido.
EliminarLoam, pues este comentario dejé en el blog que me pones, según la conclusión que yo saco : Bueno,yo supongo que entre la ciencia y la filosofía, siempre hay algo en común. Quiero decir que, si la filosofía explica el comportamiento humano, eso ya es ciencia y si la ciencia explica algunos porqués de la psique humana y animal, eso se relaciona con la filosofía...
EliminarEfectivamente, llevaban un tiempo haciendo propaganda descarada allanando el camino para la aceptación ciudadana (o incluso la demanda popular) de una posible ley de vacunación obligatoria de cada nueva supuesta epidemia/pandemia que decidan.
ResponderEliminarEn concreto, en la última campaña hicieron mucho incapié en ensuciar la imagen de los antivacunas, en intentar "mostrarnos" quienes son los malos de la película.
Si te das cuenta es algo que lleva ya tiempo en marcha, primero los animales, después "enfermos" y después toda la población.
EliminarQuiero compartir con vosotros, lo que me ha explicado hace un ratito una chica que hizo a su hija para que se curara de sinusitis aguda y de ese modo no tener que operarla. Como el remedio se lo explicó alguien a su madre, ella lo aplicó, por si acaso hacía efecto.
Se trata de la planta verbena, que si se consigue fresca mejor, y si no se moja.Con la clara de huevo a punto de nieve, y la verbena, hizo una tortilla, que luego envolvió en un pañuelo grande y lo puso sobre la naríz y frente de la niñita media hora, quien se quejaba porque huele muy mal.Al levantarlo, por debajo vió que había tal cantidad de pus, que no lo lavó, directamente a la basura y la niña estuvo bien dos años hasta que volvieron a aplicarle el remedio.
Hay remedios que funcionan, pero que como no se sabe porqué, se niega que funcionen, otros realmente no funcionan por sí mismos pero desencadenan la capacidad curativa del propio organismo, en todos los casos hay que ser prudente y limitarlos a aquellos que no revistan peligro o efectos secundarios.
EliminarSí, este al parecer, es una cataplasma que funciona por ósmosis y esta explicación me dio Neurosis Necesaria :
EliminarGracias, muy interesante Annia... eso es una "cataplasma", es muy típica de usar en cualquier parte del cuerpo.
Imagino que funciona por osmosis haciendo que las sustancias, proteínas, etc.. se metan en la piel y la desinfecten.
Me la apunto.
Salud!