Para repartirlo en los mítines. Para reproducirlo a gran escala y que presidiera el hemiciclo del congreso. Para proyectarlo sobre el Palacio Real y la Moncloa...
Como la vida misma. Pero la tira es muy suave. Eso de la meritocracia suelen creerselo solamente los que han llegado arriba sin dar palo o gracias a papa o, para no ser sexista, mamá. No solo porque los padres ayuden mas al niño en casa, porque pueden por sus circunstancias, sino porque simplemente tenian dinero (y quizas delegaban la educacion de sus hijos en chachas, profesores privados o universidades de elite). Saludos
Lo que entiendo yo absurdo, y real, de este ejemplo del cómic, es el pretender competir con los que tienen todas las ventajas y hacerlo en el mundo que les han creado para ellos y con sus herramientas.
Yo me siento así cada día. Los jefes con los que convivo a diario no son más que una panda de gilipollas elitistas que no te hablan ni para decir que estorbas. Eso llena de resentimiento y frustración. Yo acabaré en el campo. Al tiempo. Cuando miro a mi alrededor y veo el talento desperdiciado... esto tiene que cambiar. Salud!
Para repartirlo en los mítines. Para reproducirlo a gran escala y que presidiera el hemiciclo del congreso. Para proyectarlo sobre el Palacio Real y la Moncloa...
ResponderEliminarSalud!
Seguro que lo entenderían como un halago o como un premio divino, en el fondo creen qye se merecen todo lo que tienen y que se lo deben a su esfuerzo.
EliminarSalud!
Como la vida misma. Pero la tira es muy suave. Eso de la meritocracia suelen creerselo solamente los que han llegado arriba sin dar palo o gracias a papa o, para no ser sexista, mamá. No solo porque los padres ayuden mas al niño en casa, porque pueden por sus circunstancias, sino porque simplemente tenian dinero (y quizas delegaban la educacion de sus hijos en chachas, profesores privados o universidades de elite).
ResponderEliminarSaludos
Lo que entiendo yo absurdo, y real, de este ejemplo del cómic, es el pretender competir con los que tienen todas las ventajas y hacerlo en el mundo que les han creado para ellos y con sus herramientas.
EliminarSaludos.
Yo me siento así cada día. Los jefes con los que convivo a diario no son más que una panda de gilipollas elitistas que no te hablan ni para decir que estorbas. Eso llena de resentimiento y frustración. Yo acabaré en el campo. Al tiempo.
ResponderEliminarCuando miro a mi alrededor y veo el talento desperdiciado... esto tiene que cambiar.
Salud!
Tiene que cambiar aunque no sea mañana ni pasado y será a pesar de ellos.
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