7/10/16

La industria contra el estudio de los disrruptores hormonales.

Las hormonas son los mensajeros químicos que fabrica nuestro cuerpo para activar diversas funciones y órganos. 
Intervienen en el metabolismo, el crecimiento, sexualidad, funcionamiento de órganos, regulan el nivel de sal o glucosa en la sangre y hasta afectan a nuestro estado de ánimo y de vitalidad.

Existen cada vez más sustancias artificiales que provocan en el organismo la misma respuesta que las hormonas naturales, pudiendo ser consideradas tóxicas al interferir en su correcto funcionamiento.

Están asociadas a un gran número de casos de cáncer de mama, de ovario, de testículo, páncreas, tiroides... de casi cualquier órgano que produzca o se regule mediante hormonas, que son todos, así como diabetes, hipotiroidismo, hipertiroidismo, depresión, además afectan a la sexualidad y a la fertilidad, convirtiéndose en un peligro potencial para la propia especie, hecho que ha sido comprobado en diversas especies animales, cuyos machos están desapareciendo (solo nacen hembras) o perdiendo la capacidad sexual y cuyas hembras adoptan conductas masculinas.

Este problema también se da en humanos, de forma evidente, pero no hay estudios (oficiales) que lo ratifiquen y por supuesto, la evidencia no es aceptada como prueba, cuando contradice los intereses de un grupo de presión tan poderoso como la industria química y farmacéutica.

Así pues, estamos siendo envenenados y perdiendo la capacidad de reproducirnos, al menos de forma natural, para favorecer los intereses  económicos de un grupo de poder, pero podemos ir más lejos al comprobar que el costo sanitario es muy superior a los beneficios que se obtienen y que estos objetivos están en la agenda del  N.O.S desde hace años para asegurar el control de la población 
 
Vídeo: Entrevista a Stéphane Horel (TTIP & Disruptores Endocrinos)

2 comentarios:

  1. Entre tóxicos, metales pesados, disruptores endocrinos y medicamentos nos están convirtiendo en mutantes. Ya no sabemos qué es seguro comer y qué nos puede llevar a la tumba. Ni podemos beber ni respirar. La única manera de que todo volviese a la normalidad es arrebatar el poder a quienes controlan el tráfico de comida, no más de 10 multinacionales presentes en todas nuestras casas.
    Salud y a consumir productos del pueblo!

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    1. Lo malo es que aunque lo sepas, pocas alternativas te quedan si vives en una ciudad, pero hay que ir buscándolas, porque solas no van a llegar.

      Salud!

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