Interesante artículo que explica bastante bien el problema de la sanidad estatal en Cataluña.
En 2007 el director norteamericano Michael Moore
hizo un documental titulado Sicko, donde se analiza el funcionamiento
de los seguros privados de salud en los Estados Unidos. Uno de los
momentos más impresionantes de la película es la intervención de la
doctora Linda Peeno ante el Congreso de los Estados Unidos. Peeno era
“inspectora médica” en la mutua privada “Humana” pero un día no soportó
más hacer este trabajo:
“Me llamo Linda Peeno y estoy aquí sobre todo para hacer una confesión pública: en
la primavera de 1987 en calidad de médico denegué a un hombre una
operación necesaria que le hubiera salvado la vida y esto causó su
muerte. Nadie me exigió responsabilidades porque de hecho, lo que hice
fue ahorrar medio millón de dólares a la compañía. Actuando de este modo
conseguí una buena reputación como directora médica. Pasé de ganar unos
cientos de dólares a la semana a tener ingresos de seis cifras. Mi
deber era utilizar mi experiencia médica en beneficio económico de la
organización para la que trabajaba. Sé como los seguros médicos mutilan y
matan a los pacientes. Estoy aquí para hablaros del trabajo sucio de la
asistencia sanitaria. Me atormentan los miles de expedientes en los que
escribí esta palabra letal: denegado”.
El documental Sicko tuvo impacto en los Estados
Unidos. La idea de su director no era explicar qué pasaba con los cerca
de 50 millones de estadounidenses que no tienen seguro médico sino
“hacer una película sobre los 255 millones restantes que si tienen
seguro médico. Sobre todos aquellos que están viviendo el sueño
americano.”
Así, a lo largo de sus 120 minutos Sicko
nos cuenta casos de personas con nombres y apellidos abandonadas por sus
seguros sanitarios privados con un objetivo: ganar dinero, aunque a
menudo sea gracias a dejar morir a sus clientes.
Pero, por qué en el cafèambllet dedicamos
una portada a la historia de Linda Peeno explicando unos hechos que
ocurrieron hace 28 años? Por qué hablamos de una película donde se
explican casos de personas que viven a miles de kilómetros de aquí?
La respuesta a estas preguntas es: publicamos
y explicamos todo esto porque si no hacemos nada, pronto lo que explica
Sicko pasará en Barcelona, Manresa o Tortosa. Porque ahora mismo una
trama político-financiera está aplicando medidas para que a que el
escenario sanitario norteamericano sea una realidad en Cataluña. Sólo un
dato: según David Himmelstein, profesor de Salud
Pública de la Universidad de Harvard, más de 100.000 personas mueren
cada año en los EEUU por no poder pagar los tratamientos médicos.
En Cataluña la larga tradición de sanidad pública puede
hacer difícil imaginar que algún día podamos llegar al nivel de
desprotección de los Estados Unidos. En Cataluña todavía tomamos casi
como un hecho natural que si enfermamos tendremos buenos hospitales,
médicos y tratamientos en el servicio público de salud,
independientemente de nuestra situación económica. Pero aunque cueste
aceptarlo, esto puede cambiar. De hecho ya está cambiando y si no
detenemos los planes de CiU, historias como las que explica la doctora
Linda Peeno serán una realidad en Cataluña. Porque lo que explica Peeno
es lo que pasa cuando planes como los de CiU se acaban imponiendo.
Antes de nada: Si te lo quieres creer estás en tu derecho, pero CiU miente.
Antes de entrar en los detalles de CiU y
del entramado financiero catalán hay que desmontar la gran mentira de
CiU. Estimado lector, lea esta frase en voz alta:
“El problema principal no es que no hay dinero. El problema es como se gestionan el dinero que hay.”
El problema es que CiU trabaja para que
las transnacionales y el sector financiero puedan hacer negocio con la
salud de los 7 millones de habitantes de Cataluña.
Ejemplo: Por un lado CiU
recorta los presupuestos de los hospitales públicos. El Instituto
Catalán de la Salud (ICS) ha sufrido un recorte del 12,9%. Mientras
tanto, entre 2010 y 2012 la multinacional IDC Salut (antigua CAPIO)
duplicó la facturación en contratos con el Departamento de Salut. (1)
Los datos demuestran que CiU no recorta
en hospitales públicos para ahorrar. CiU recorta el presupuesto de los
hospitales públicos para darle ese dinero a los hospitales de las
grandes corporaciones privadas. Llegados a este punto alguien podrá decir:
“Vale, me es igual a quién le den el dinero… A mí me
es igual que me operen en Bellvitge o en CAPIO. Yo lo que quiero es que
me operen”.
Ok. Pero atención. En primer lugar CAPIO te recibirá con
los brazos abiertos si lo que tienes es una patología sencilla que le
permite ganar dinero. Pero si tu proceso se complica, o te descubren una
enfermedad grave y de tratamiento costoso y largo, CAPIO se deshará de
ti y enviará al paciente a un hospital público. Y ahora alguien puede decir:
“Vale, entonces que me traten en el hospital público”.
¿Pero qué tipo de hospitales públicos
tendremos si CiU finalmente lleva a cabo sus planes? Seguro se parecerán
mucho más a los hospitales de beneficencia del siglo XIX que al sistema
sanitario público y de calidad que hemos tenido hasta ahora. En cambio,
tendremos unos hospitales con recursos demasiado limitados, sin
investigación, con profesionales mal pagados y sin capacidad para dar el
tratamiento más eficaz y más resolutivo. En definitiva: un hospital
para pobres. Un hospital de caridad donde si al mecenas de turno le va
bien, habrá sábanas y medicinas.
Si
crees que exagero, si crees que CiU no tiene como objetivo destruir los
nuestro sistema sanitario, valora los siguientes datos:
CiU al servicio de La Caixa
El jefe de CiU no es ni Artur Mas, ni Duran ni Boi Ruiz.
De hecho todos estos son los empleados. Porque quien paga los gastos de
CiU es Isidre Fainé, presidente de La Caixa. Y no es una ‘teoría de la
conspiración’. Es una realidad que se puede demostrar en cifras: CiU ha
sido el partido que más dinero ha recibido de La Caixa: 21.490.000 €. El
dicho popular dice que “quien tiene el culo alquilado no se sienta
cuando quiere”. Y con esta deuda sobre la mesa, cabe preguntarse: ¿quién
manda en CiU? ¿Quien decide si CiU debe apoyar los hospitales públicos o
debe dar negocio a las mutuas? ¿Qué relación hay entre los intereses de
La Caixa y las decisiones de CiU? Mira este recuadro:
Cronología
Octubre de 2009: La Caixa
compró la aseguradora Adeslas por 1.178 millones de euros. En ese
momento el presidente Isidre Fainé declaró que el de los seguros
privados era “uno de los ámbitos donde se prevé mayor crecimiento en los
próximos años”. La Caixa tenía que estar bien segura de ello como para
pagar 1.178 millones de euros por Adeslas.
Diciembre de 2010: CiU nombra
como Consejero de Sanidad Boi Ruiz, hasta ese momento jefe de la
patronal sanitaria privada Unión Catalana de Hospitales. Pocos días
después, en su primera entrevista en TV3 como consejero dijo:
“Suerte tenemos de que el 26% de
los catalanes tengan seguro médico privado (…) Recomiendo totalmente a
los ciudadanos que se hagan de una mutua”. (2)
Una campaña publicitaria a la medida de La Caixa. En 2011
Adeslas aumentó su beneficio en un 84%. La segunda parte de la campaña a
favor de las mutuas privadas fue más agresiva.
CiU recortó el presupuesto de la sanidad
pública, que pasó de 9.540 millones de euros en 2010 a 8.040 en 2014. El
impacto de esta reducción se puede ver, por ejemplo, en el aumento en
listas de espera quirúrgicas o para hacerse una prueba diagnóstica.
Ante esto alguien podría pensar:
“Muy bien, pero si la sanidad pública no funciona
bien quizás Boi Ruiz tiene razón y lo mejor es pagar una mutua y
asegurarse una buena atención”
Pero de nuevo, si piensas así tienes un problema: te han ocultado información. Mira:
Los problemas de las mutuas
A) Son caras
Los anuncios publicitarios de las mutuas
ofrecen auténticas gangas sanitarias. “Tu seguro de salud completa y de
calidad desde 27 € al mes” dice FIATC. “Seguro de salud desde 12 € al
mes” ofrece Adeslas. ¿Pero de verdad alguien se puede creer que con 12 €
estarás cubierto? De hecho, una de las quejas más frecuentes en
relación al precio de los seguros privados es su potestad para subir el
precio de la prima de forma indiscriminada.
Ejemplo: José Luis L. R.,
Barcelonés de 75 años denunciaba en una carta a un diario en 2013:
“Desde hace más de 40 años mi esposa y yo somos socios de Asistencia
Sanitaria. Desde hace cuatro años el aumento de la prima ha sido
de un 6% anual pero este año ha sido espectacular: un 22% “. Y se
pregunta: “¿Qué pasa? ¿Ya no somos rentables? Me están forzando a darme
de baja? “. José Luis recibió respuesta (3) de Alfons Conesa, Director de la Agencia Catalana del Consumo:
“El importe de la prima
responde al principio de libertad de competencia (…) En el caso de que
el asegurado no acepte la aumento la entidad [la mutua] podrá negarse a
prorrogar el contrato”.
Es decir: te pueden cobrar durante 40 años y cuando eres
viejo y empiezas a gastar, te suben la cuota hasta que te tienes que dar
de baja. Y lo que es mejor: la mayoría de mutuas no aceptan clientes de
más de 70 años o, si los aceptan, lo hacen a un precio astronómico.
Ante esto la administración dice: “esto es la libre competencia…”
B) No me preocupa. Tengo dinero.
Ok. Si tienes unos cuantos millones de
euros probablemente no tengas que preocuparte. Pero si no es el caso,
aunque te puedas permitir un seguro de alto standing, sigues teniendo un
problema. Todos los seguros, por más premium que sean, tienen un
límite. Son muchas las personas que se enteran de estos límites
-convenientemente camuflados en la letra pequeña- justamente cuando una
enfermedad grave llega. Como decimos, cuando esto ocurre en Cataluña, el
sistema público llega al rescate. Pero en Estados Unidos, donde el
sistema público es casi inexistente, esto significa la quiebra y la
muerte.
Quantin Young, Coordinador del Programa Nacional de Salud de Estados Unidos lo explica así:
«Quiebra médica
significa que te embargan por deudas sanitarias, porque los honorarios
del médico, las facturas de los análisis y los gastos de hospitalización
se han acumulado. Entonces interviene el ejecutor judicial y te lo
quitan todo: por si fuera poco estar enfermo, tal vez moribundo, te
quitan la casa, el coche, los muebles, te dejan en la calle, te impiden
enviar a tus hijos a la universidad. Es una salvajada. Las quiebras
médicas no son un fenómeno marginal, ya que el 62% de todas las quiebras
declaradas por los tribunales de EE.UU. corresponden a deudas médicas, y
todos los años un millón de personas van a la quiebra por esta clase de
deudas».
Curiosamente, muchas de estas quiebras
son de personas que tenían un seguro que, llegados a un cierto nivel de
gasto, abandona al enfermo.
C) Suelen ser de baja calidad
Según una estudio efectuado por el Colegio de
Médicos de Barcelona (COMB), los médicos valoran negativamente las dos
empresas líderes del sector (Sanitas y Adeslas).
Según los facultativos, ninguna de las dos llega al 5 en
un ranking del 1 al 10. Una de las razones principales es “la dificultad
en la autorización de las pruebas”. Y en este punto hay que recordar a
Linda Peeno, con quien abríamos el reportaje. Otro problema añadido que
tiene un impacto directo en la calidad de la atención prestada por las
mutuas es la cada vez más precaria remuneración a los profesionales.
Según el Colegio de Médicos de Madrid, las aseguradoras están llegando a
pagar 8 € por consulta al médico. “Mientras tanto – explica uno de sus
miembros, Miguel García Alarilla- las aseguradoras han aumentado sus
beneficios en un 20%”. Según el COMB “la guerra comercial y de precios
afectan a la calidad de los servicios”. (4)
Así pues, por un lado tenemos pacientes mal atendidos y
por otro, médicos mal pagados. En medio de todo, unas compañías ganando
cada vez más dinero. Ante esto alguien puede decir:
OK, ¿pero si los seguros privados son tan terribles
como es que siguen? ¿Como se que la gente no se queja y se monta un
escándalo? Si en teoría son tan malas, la gente no las contrataría.
¿Como es que nunca sentimos nada de sus atropellos, de sus prácticas?
¿De cómo deniegan tratamientos?
En mi opinión hay dos motivos:
a) ¿Qué medio debería explicar realmente cómo son y lo que hacen las mutuas?
¿La Vanguardia, que es propiedad del vicepresidente de La Caixa,
propietaria de Adeslas? ¿El Periódico, que le debe 245m de euros
millones a varios bancos, entre ellos La Caixa? (5)
¿Cualquiera de los otros medios que reciben miles de euros mensuales
por anunciar mutuas privadas? Porque seguro que se ha dado cuenta de la
enorme cantidad de anuncios de mutuas privadas que hay ahora mismo: en
la televisión, en las marquesinas, los autobuses, los periódicos… TV3
sin ir más lejos está lleno de anuncios mutuas
En este escenario, parece difícil que los
medios pongan en cuestión las mutuas. Y si no, pensemos en la época de
la burbuja inmobiliaria cuando los periódicos y revistas llevaban
páginas y páginas con anuncios de pisos… ¿Qué diario hubiera explicado
que el precio de la vivienda bajaría? ¿Qué medio se hubiera atrevido a
contradecir su gran fuente de ingresos? Lo mismo está pasando con las
mutuas privadas.
b) Pero hay otra razón que explica que los abusos de las mutuas no se convierten en escándalos:
hoy en Cataluña, cuando una mutua deja tirado un ciudadano, allí está
la sanidad pública para rescatarlo. Pero como hemos dicho antes, esto
puede tener los días contados. Miremos:
El tiro de gracia en la sanidad pública:
“¿Si ya pago una mutua porque tengo que pagar la Seguridad Social?”
Como hemos visto, uno de los sistemas que utiliza CiU para
desmontar los hospitales públicos es recortar su presupuesto y dar ese
dinero a multinacionales como CAPIO. Pero el plan va más allá y tiene
como principal objetivo beneficiar a las mutuas privadas y sus
propietarios: la banca.
Miremos cómo funciona este plan que en Cataluña cuenta con el apoyo de CiU, PP y Ciudadanos:
La idea es que las personas que se pagan una mutua
sanitaria puedan desgravar los gastos. Es decir: si una familia puede
permitirse gastar 2.400 € anuales para pagar una mutua -con más o menos
esfuerzos, en algún caso privándose de ocio, cultura o alimentos de
calidad- el hecho de poder desgravar gasto le supondría una ahorro
directo de 360 €. Bien.
El argumento a favor de esta desgravación es: si
una persona se paga su seguro y utiliza la sanidad privada está ayudando
a descongestionar la sanidad pública y -como no usa la sanidad pública o
la utiliza menos- es justo que no se le cobre lo mismo que al que sólo
utiliza la sanidad pública. ¿Parece justo, no? Veámoslo.
Desgravar los gastos de IRPF de las cuotas de los seguros
privados significaría que las arcas públicas recaudarían menos dinero.
De esta manera el Estado perdería entre 200 y 300 millones de euros
anuales, según los mismos impulsores de la medida. Unos euros que,
obviamente, ya no podrán utilizarse para financiar hospitales públicos.
Parece, pues, que estamos ante otro plan para debilitar y
recortar la inversión en sanidad pública y que favorece directamente a
las empresas sanitarias privadas propiedad de la banca. Y no queda más
remedio que preguntarse: ¿Qué es esta desgravación, sino otro monumental
rescate con dinero público a la banca y sus empresas?
Pero a pesar de todo esto, alguien podría decir:
“A mí me da igual que ello beneficie a la banca si a
mí me permite ahorrarme € 360 anuales en impuestos … Yo ya pago mi
sanidad y no necesito la sanidad pública”.
Imaginemos que se implanta la desgravación por las cuotas
de los seguros. Como hemos dicho, los 7 millones de asegurados actuales
dejarían de aportar cerca de 300 millones de euros. Pero la cosa sería
más grave aún ya que la desgravación abarataría el precio a pagar por
los ciudadanos y ello conllevaría que muchas personas se dieran de alta,
con lo que aún se dejarían de ingresar muchos millones más que ya no
servirían para financiar los hospitales públicos.
Y aquí hay que hacer la pregunta a aquellos ciudadanos que quieren que la cuota de la mutua desgrave:
> Qué haréis cuando vuestra mutua os deniegue un tratamiento contra el cáncer?
> Qué haréis cuando el equipo de
abogados de la mutua os señale la letra pequeña de una cláusula
imposible de entender y que os deja sin cobertura?
> Qué haréis cuando os nazca un hijo enfermo y no lo quiera asegurar ninguna mutua?
> Qué haréis cuando tengáis 70 años y la mutua se os quite de encima aumentando la prima un 200%?
> Iréis al hospital público con el que decidisteis no contribuir?
Como he dicho antes, quién escribe estas líneas no tiene
intención de hacer ningún tipo de juicio moral sobre las decisiones de
las personas. Y añado que siempre defenderé el derecho de cualquier
persona a acceder a unos servicios sanitarios públicos. A los que pagan
para hacerlos posibles y los que no quieren pagar porque ya tienen uno
privado. Incluso defenderé el acceso a la sanidad pública a
defraudadores de impuestos como Millet, Messi o los dueños de Pans &
Company.
Pero hay una pregunta que me gustaría formular a los que no quieren pagar para hacer una sanidad para todos:
¿Habéis pensado que si millones de personas como
vosotros dejan de contribuir a la sanidad pública, cuando la mutua os
deje tirados no tendréis dónde ir?
Por suerte, actualmente la demanda para desgravar las
cuotas del seguro privado no es una demanda popular sino una campaña
orquestada por el conglomerado de la sanidad privada y la banca. Un
ejemplo es la iniciativa “Por la desgravación fiscal” impulsada por el
Instituto de Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).Este lobby de
la sanidad privada tiene entre sus integrantes a los seguros Adeslas,
Asisa, DKV, Sanitas, Mapfre, Axa y Caser; los grupos hospitalarios
IDCSalut (CAPIO), Quirón y Hospiten; las farmacéuticas Roche, Sanofi,
Farmaindustria, Novartis, Esteve y Pfizer; y a las compañías
tecnológicas Siemens, Philips, General Electric o Indra… (6)
Todas estas empresas están liderando la esta “campaña popular” que
incluso cuenta con una web de recogida de firmas. De los 6,8 millones de
asegurados han firmado poco más de 76.000 en el último año. En
Catalunya los aliados de las corporaciones privadas para conseguir esta
enorme subvención encubierta a la banca son CiU, PP y C’s. Los tres
partidos llevaban la desgravación en sus programas electorales.
¿Qué hacer?
Soy consciente de que el escenario que
acabo de describir es desastroso: dinero público en manos de grandes
multinacionales, mutuas que abandonan a sus clientes a su suerte,
maniobras político-empresariales para sacar todo el dinero posible a los
ciudadanos, partidos que gobiernan al servicio del bancos que los
financian… y detrás de todo esto, la posibilidad real de que en un
futuro no muy lejano, en Cataluña la gente muera por no tener asistencia
adecuada.
La posibilidad real de que nuestra salud
quede únicamente en manos de unas empresas que tienen un solo objetivo:
hacer dinero como sea.
Teresa Forcades, médica y monja
benedictina, explica su experiencia trabajando en un hospital de
Buffalo, en el estado de Nueva York:
Escupiendo sangre en silencio …
“Un día visité un paciente que escupía
sangre. Me dijo que ya hacía un año que estaba así. Enseguida le
recriminé por qué no había venido antes y me confesó que, con lo que
pagaba de la mutua privada, habría tenido que hacer frente a muchos
gastos, ya que no le entraba la analítica ni otras pruebas. Entonces no
habría podido terminar de pagar los estudios universitarios a su hija.
Ante esta disyuntiva decidió esperar. Al cabo de unos meses falleció de
cáncer. No sé si se habría salvado, pero ese hecho me pareció de una
injusticia terrible “.
“En el hospital donde trabajaba,
privado evidentemente, cada paciente tenía una ficha donde se indicaban
las prestaciones a que tenía derecho en función de su cuota de la mutua.
Según lo que pagaba tenía prioridad en la atención o había que esperar,
entre otras muchas cosas. Inocente de mí, me fui a quejarme a la
dirección del centro y les dije que aquello parecía un negocio. Su
respuesta fue, efectivamente, que aquella clínica era un negocio y que
los inversores habían estudiado la mejor posibilidad, que se debatió
entre un aparcamiento o un centro sanitario. Al final vieron que harían más dinero con la segunda opción”
No te hagas de una mutua
La economista y miembro de Dempeus per
la Salud Pública, Ángeles Martínez Castells, lo tiene claro: “No hay
que caer en la trampa de hacerse de una mutua porque si lo haces les
estás siguiendo el juego y admites que ellos han ganado. Lo que tenemos
que hacer es exigir que se nos atienda como es debido en la sanidad
pública” (7)
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Esta pieza forma parte de una serie sobre sanidad y mutuas
privadas publicada en la séptima edición de la revista cafèambllet.
Estas otras piezas forman parte de esta serie:
Mutuas privadas: ¿un negocio en manos de bancos, fondos especulativos, ex ministros y defraudadores?
La jungla americana
TV3 y sanidad pública: más información crítica y menos propaganda de mutuas privadas
La sanidad en manos de los mismos que nos desahucian, que nos cortan el agua y la luz y que nos venden preferentes · Per Albano Dante Fachin Pozzi
¿Qué
posibilidad de vivir tiene mi hijo si sólo puedo pagar la mitad del
tratamiento? He vendido todo, he hipotecado todo lo que tenía… Ningún
padre debería sufrir este tormento · Per Edward Kennedy
Merkel no puede gobernar sin la aprobación de los poderosos laboratorios farmacéuticos con sede en Alemania · Per Àngels Martínez Castells
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(3) Respuesta completa de Alfons Conesa, director de la Agéncia Catalana del Consumo:
“El importe de la prima responde al principio de libertad
de competencia. Es habitual que el contrato de seguros de asistencia
sanitaria tenga una duración de un año, prorrogable, y el importe de la
prima tenga en cuenta la edad y el riesgo de la persona asegurada.
Cuando se renueva el contrato, la prima se puede modificar y cualquier
modificación debe ser formalizada por escrito. La ley obliga a la
entidad aseguradora a comunicar el aumento de la prima con dos meses de
antelación a la finalización del contrato. En caso de que el asegurado
no acepte el aumento, la entidad podrá negarse a prorrogar el contrato.
Si no se respeta el plazo, el aumento no podrá aplicarse y la entidad
deberá respetar la prima del periodo anterior. Si no se han respetado
sus derechos, reclame por escrito ante el servicio de atención al
cliente de la entidad o, en caso de que haya, al defensor del cliente “.
(4) http://www.comb.cat/cat/actualitat/publicacions/anuari/anuari2013/pdf/crisi4.pdf
(5) La premsa está en manos de la banca
(6) https://www.desgravacionfiscalsanitaria.com/quienes-apoyamos-la-iniciativa/
(7) «No se debe caer en la trampa de hacerse de una mútua»