Vivimos un golpe de estado mundial, algunos países como el nuestro han sido designados para llevarse la peor parte y nuestros gobernantes, lacayos de ese poder lo cumplen sin el menor miramiento.
Las medidas contra el pueblo son adoptadas ante la pasibidad e incluso la colaboración del propio pueblo.
La excusa de un enemigo invisible del que solo nos puede defender el mismo estado que nos masacra y nos priva de derechos y libertades, debería ser insostenible a estas alturas y a pesar del miedo que han conseguido instaurar en una población infantilizada y estupidizada por los medios de propaganda del estado, el pueblo debe reaccionar antes de ser totalmente destruído.
Copi-pega
¡HAY QUE GANAR LA CALLE YA!
Amigas y amigos: ¡nos están exterminando, nos están
enfermando y nos están haciendo unos neo-esclavos!
El gobierno PSOE-Podemos ha impuesto la peor estrategia ante
el coronavirus. Con ella está provocando sobremortalidad, haciéndonos el país
con más fallecidos por cien mil habitantes, aniquilando a nuestros abuelos y sobre-enfermando
a los no contagiados. En otros países europeos está permitido pasear y hacer
deporte, aquí no. Ya no podemos esperar más: tenemos que salir a las calles
todos a una y todos a la vez, en un día y hora determinados por consenso, para
acabar con esta farsa totalitaria y yatrogénica.
En defensa de nuestra salud y nuestra vida, ¡salgamos cuanto
antes a la calle! Tenemos que sacudirnos el miedo irracional que nos inculca la
propaganda gubernamental y liberar las calles, hoy ocupadas por la policía y el
ejército, ganándolas para el individuo y para la comunidad popular.
El actual estado de sitio policial-militar muy poco tiene
que ver con la pandemia. Su meta secreta es instaurar un sistema político y
económico similar al de China, con control total de la población, represión sangrienta
de las libertades y “desaparición” de disidentes. En dos o tres años espera el
gobierno español de izquierda haber culminado la transición desde el
parlamentarismo a un sistema fascista de nuevo tipo similar al de China. Bajo
él tendrán cabida todos los excesos, todas las injusticias, todas las miserias
materiales, todas las formas de criminalidad estatal y terrorismo de Estado, todas
las expresiones de deshumanización. Porque el actual golpe de Estado es,
simplemente, un paso más hacia un régimen neo-franquista de izquierdas.
En defensa de la libertad y de las libertades, para no
convertirnos en siervos del Estado y esclavos de la gran empresa transnacional,
¡lancémonos ya a liberar las calles, a ganarlas para el pueblo!
La libertad no es el problema sino la solución. El
totalitarismo liberticida no es la solución sino el problema. El gobierno, al
negar esto en su obrar se manifiesta discípulo de Franco.
Para que tengamos que bajar aún más la cerviz ante el
Estado, el gobierno está destrozando la economía, dispuesto a todo para
sepultarnos en la pobreza generalizada, incluso está dispuesto a llegar a los 8
millones de parados, arruinando a medio millón de empresas familiares, trabajadores
autónomos y pequeños negocios. Para sobornarnos y hacernos tragar con tanta
maldad, su ala “social”-falangista se dispone a otorgarnos una nueva dádiva
envenenada, la renta básica descafeinada. ¡No! Queremos trabajo, no limosnas
estatales que nos privan de libertad y de dignidad haciéndonos además
pedigüeños perpetuos y mendigo para siempre.
¿Quién dirige toda esto? El vicepresidente del gobierno y
preboste de facto del CNI (Centro Nacional de Inteligencia, la CIA española),
Pablo Iglesias. Él, marxista-fascista, regenta la transición desde el parlamentarismo
a un régimen marxista-fascista como el chino. Él dirige la represión de las
libertades de circulación, expresión y reunión, siendo el responsable de
nuestra sobremortalidad por el covid-19, que nos pone en ridículo en el mundo.
Él es responsable primero de que la multinacional yanki Amazon haya censurado mi
libro “Sé el mejor médico de ti mismo.
Yatrogenia, coronavirus y pandemias”[1]. Él ordena a sus
siervas feminazis que increpen desde los balcones a quienes burlan el
confinamiento, haciendo de ellas un grupo parapolicial, de chivatas y
confidentes, que vigilan y agreden a sus vecinos, que telefonean a la policía.
Así pues, Podemos es ya abiertamente un partido de parapolicías y chivatos
fascistas, en particular sus afiliadas.
En varios países las calles comienzan a hervir de
indignación y movilizaciones contra la farsa policial-sanitaria organizada con
el coronavirus como pretexto. En EEUU, Alemania, etc., la gente está saliendo a
las calles y ocupando plazas, ganando la libertad, haciendo retroceder a la
bestia autocrática. Aquí no. Nos hemos convertido en un país de cobardes,
bobitos y colaboracionistas con la represión, de gentecilla lamentable que
aplaude todos los días a las 8 de la tarde al aparato médico-militar que está
exterminando a nuestros mayores. Somos los que más óbitos estamos padeciendo y
al mismo tiempo los más sumisos… ¡Qué vergüenza! Si no hacemos nada ¡nos
merecemos lo que nos pasa y, más aún, lo que nos va a pasar, que será tremendo!
Lo dicho, ¡a la calle ya! Fijemos por consenso popular un
día y una hora y ¡todos a la calle! ¡Por la libertad!, ¡Por nuestra salud y
nuestras vidas!, ¡Por nuestros abuelos y abuelas!, ¡Por nuestro futuro
económico!, ¡Abajo el fascismo de izquierdas y de derechas!
24-4-2020
[1]
Estos canallas llevan 8 años persiguiéndome. El último episodio de ello, hasta
ahora, ha sido unirse con el gran capitalismo transnacional de Amazon para
impedir que mi libro llegue al público. Sé que están muy enfadados conmigo y
que ya planean nuevas atrocidades contra mí, según el modelo chino: hacer
“desaparecer” a quienes les molestan, o sea, raptar, torturar, asesinar e
incinerar en secreto los cuerpos de los disidentes. Si algo “raro” me
sucediese, ellos, los jefes y jefas de Unidas Podemos, son los responsables.
Huelga general indefinida, no votar y no participar en la cleptocracia corrupta y homicida que nos subyuga... Esto es lo mínimo que habría que hacer para luchar contra los fascismos liberales y el modo de vida esclavo que padecemos. Pero sospecho que no será así...
ResponderEliminarSalud!
Hay pocas alternativas, de ahí el título.
EliminarSalud!
La otra opción con similar resultado es la de cagarnos en su puta madre....por lo menos relaja! Perdón y un saludo.
EliminarEsa opción, por experiencia, es poco efectiva más allá de la propia satisfacción que pruduce en el momento. Aunque puede vincularse a la primera opción ofrecida en el título.
EliminarSaludos.
Ya está este vendiendo su libro. No para. Ale, con Pamiés a hacerse una buena ensalada de musgo con taquitos de queso de leche de pulgón.
ResponderEliminarSalud!
Está ocupando el lugar de esos sindicatos que hace 80 años tomaron las armas por una amenaza bastante menor.
EliminarSalud!
Por cierto, cree que le persigue y que le quitan los libros de las tiendas cuando la verdad es mucho más sencilla e hiriente a la vez: no vende.
ResponderEliminarSalud de nuevo!
Si te publican y no vendes, puede ser culpa del contenido de tu obra, pero si se niegan a publicarte o distribuirte hablamos de otra cosa: censura.
EliminarPor supuesto este no es el único de los autores malditos de nuestro país.